Luego de la nueva desventura del Grupo Clarín de tener que cumplir con la ley, se intensificó una opereta del #RelatoAntiK que venía de hace semanas, pero que sólo se nombraba como al pasar cuando se refería al litigio de los buitre con el Congo.
Pero desde el viernes, la cosa se solidificó y ya hay gente que ve con buenos ojos a Singer y Cía. porque serán los salvadores de la Patria: los que lograrán meter presos a los chorros K (proceso que incluyó la tapa de ayer de Clarín mezclando Báez con Ciccone, Boudou, el amigo de Boudou echado. Un lío).
Quien inició la cadena de oraciones fue el inefable Madzelo Bodnelli, que en su columna del viernes de Clarín, en medio del clima reverdecido del neo #TNpuedeDesaparecer, no hizo otra cosa que cada viernes: pegarle a Kicilove.
Bodnelli (Clarín, 10 de octubre): "El fondo buitre que litiga contra la Argentina prepara una presentación para actuar contra las sucursales del Banco de la Nación en Manhattan y en Miami.
Lo haría ante el juez Thomas Griesa como una manera de presionar para que el Gobierno negocie y abone la sentencia después de diciembre.
Para la embestida utilizará un error fatal que cometió Axel Kicillof: involucrar en el conflicto al principal banco estatal de la argentina, al instalarlo como agente de pago de la deuda a través del Nación Fideicomiso.
Esa grieta que abrió Kicillof sería utilizada para pedir embargos y también que la Reserva Federal le quite la autorización de funcionar en Manhattan porque no cumple con un fallo de la justicia estadounidense.
Los abogados de Paul Singer tendrían todo preparado y la oportunidad dependerá de cómo avancen negociaciones que tiene la Argentina con fondos de inversión para endeudarse.
La escalada de MNL incluiría también una amenaza que lanzó el grupo buitre de lobby American Task Force Argentina, cuando difundió esta semana precisiones sobre la ruta del dinero de Lázaro Báez.
Según fuentes confiables, la verdadera intención de la conferencia de Robert Shapiro fue lanzar una advertencia al corazón de la Casa Rosada: que los buitres tienen en su poder las cuentas y los nombres de los funcionarios que recibieron los giros de Lázaro Báez en Liechtenstein y en Zurich.
Esa información ardiente podría comprometer a figuras notables: los funcionarios más leales a Cristina y al propio matrimonio Kirchner.
La acción de Shapiro no busca un efecto altruista, sino pecuniario: que Cristina pague la deuda, caso contrario daría a conocer los detalles de esas cuentas".
La vocera del Departamento de Estado (Clarín, 10 de octubre): "Como ya lo hizo en el Congo, NML quiere demostrar que el gobierno de Cristina Kirchner es corrupto. El objetivo económico de los buitres es cobrarse lo que según las cortes de Nueva York se les debe a ellos según falló la justicia estadounidense en distintas instancias. Pero el objetivo político es sumar apoyo contra el gobierno de Cristina Kirchner y mostrar que el efecto secundario de su accionar podría ser positivo.
En el 2007, Elliott, la empresa madre de NML, expuso la corrupción imperante en el Congo en sus esfuerzos por cobrarse un fallo de US$ 100 millones.
En aquel momento, Brice Mackosso, un activista conocido por su lucha anticorrupción en el Congo, contó al diario The New York Times que “si no fuera por estos fondos buitres, no tendríamos ninguna información sobre como se están robando la riqueza del país. No estamos de acuerdo con sus fines últimos, pero ellos son los únicos capaces de exponer la verdad”".
Leuco Metralleta (Perfil, 11 de octubre): "Los buitres están extorsionando a Cristina porque descubrieron un par de cuentas bancarias no declaradas en Estados Unidos a nombre del matrimonio Kirchner. Y tenía una explicación: estaban siguiendo la ruta del dinero de Lázaro Báez y se encontraron con esta información altamente explosiva. Para poner las cosas en su justo término y ser absolutamente responsables, hay que decir que hasta ahora no hay una sola prueba de esto. Nadie lo puede confirmar ni mostrar algún papel que lo pruebe. Pero hay indicios, cabos sueltos. Lanata dijo que eso explicaría la insólita afirmación que hizo la Presidenta cuando planteó que la podrían querer meter presa en Nueva York. Ella aclaró que, aun así, iba a viajar cuando fuera necesario. ¿Presa Cristina en Nueva York? ¿Bajo qué acusación? Hasta en su entorno llamó la atención que denunciara un magnicidio que viene del Norte y que criticara a Barack Obama por la forma de eliminar a Osama bin Laden. ¿Cuál fue el hilo conductor de toda esa movida? ¿Qué quiere evitar que se publique en Argentina con el renovado ataque al periodismo? Está claro que cada vez que Lanata y Nicolás Wiñazki destaparon alguna olla de Lázaro, la cima del poder entró en pánico. Con aquel comunicado incomprensible de Oscar Parrilli sobre las 13 horas que Cristina pasó misteriosamente en las islas Seychelles y con la molestia de Cristina sobre los periodistas que “hacen cuadritos” en referencia a las infografías que Daniel Santoro había publicado para explicar cuentas y empresas fantasma de Lázaro Báez y sus muchachos. Uno de ellos, Federico Elaskar, el ex dueño de La Rosadita, nada menos, no pudo ocultar entre sus giros uno a una fábrica de explosivos en Irán. Lo único que falta es que Luis D’Elía tenga un local partidario en Puerto Madero".
Joaco (La Nación, 12 de octubre): "Llegó el ataque del Norte. Cristina Kirchner no se refirió nunca a un
asesinato ordenado por Washington, como se supuso en su momento. Ella
sabía que se produciría la denuncia de los fondos que ganaron el juicio
en el despacho de Thomas Griesa. Esa denuncia, que sólo se conoce en una
parte casi insignificante, exhibió un entramado de empresas y de bancos
en América y Europa para lavar dinero del empresario kirchnerista
Lázaro Báez. Versiones confiables aseguran que las empresas atribuidas a
Báez tienen dueños más vinculados a la familia Kirchner que el propio
Báez. La denuncia quedó en manos de un juez de Nevada, en los Estados
Unidos, que deberá investigar. El lavado de dinero es un delito
universal, que no está, por lo tanto, atado a una jurisdicción nacional.
El miedo tiene sus razones".
El ladero de Lanata (La Nación, 12 de octubre): "El embate contra Obama no tiene únicamente relación con el capital simbólico ni con el alimento balanceado que necesita de vez en cuando el cardumen militante para no flaquear dentro de la pecera oficial. Esa desmesura, en los epílogos de un mandato, también podría encerrar algo de ataque preventivo. Sobre todo teniendo en cuenta que existen ahora en los Estados Unidos buitres multimillonarios con ganas de indagar la corrupción vernácula. Estas aves sin alma, que no tienen frenos altruistas ni son controladas por el Departamento de Estado, cuentan con mucha más plata, paciencia y conocimientos tecnológicos que cualquier periodista de investigación para meter las narices en la turbia ruta del dinero kirchnerista y en otros enjuagues secretos que todavía ignoramos. A los buitres no les interesan la libertad de expresión ni la ética pública, sólo quieren negociar, y parecen dispuestos a ir graduando la información que recaban. Tampoco quieren matar a la gallina de los huevos de oro, sólo poner nerviosa a la gran dama. Y vaya si lo consiguieron.
Es evidente que se lo veía venir, dado que en Balcarce 50 hubo escozor, pero no sorpresa cuando se enteraron de que los abogados de los holdouts habían expuesto en Washington un mapa con las misteriosas cuentas que presuntamente tendría Lázaro Báez en el extranjero. Los abogados de Singer dieron a conocer tres bancos europeos clave y mencionaron el sitio fatal: Seychelles, donde la Presidenta hizo una enigmática parada en enero de 2013. Los tribunales de Nevada, encarnados por otro juez municipal y próximamente senil, tienen en sus manos este expediente. ¿Era por eso que había que mirar al Norte?".
Edu van der Kooy (Clarín, 12 de octubre): "La promesa buitre sobre futuras novedades sería lo que tendría a maltraer el ánimo de Cristina. Fuentes que siguen muy de cerca el episodio afirman que entre aquellas sociedades fantasma aparecería una docena de veces un apellido Kirchner.
¿El de Néstor, el de ella, el de Máximo, su hijo, el de Florencia, su hija, o el de Alicia, la ministra de Desarrollo Social?
Todas las presunciones señalan a Máximo. Ese rumor intenso habría en las últimas horas filtrado los muros de la Casa Rosada y de Olivos, como la humedad.
La cuestión, si llegara a corroborarse, sería de una dimensión y una gravedad política mayúsculas.
La ruta clandestina del dinero no pertenecería sólo a Báez. Ni quedaría circunscripta, a lo mejor, a sus viejas andanzas en Santa Cruz, desde que en los 90 el matrimonio se adueñó del poder en la provincia".
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