sábado, 25 de octubre de 2014

La írrita de Dani Sabsay

Naaaa, la del título de La Yegua, no, que atrasa 5 años, más o menos (vaya un saludo a los muchachos de Seprin, que militaron en soledad lo que ahora Sabsay viene a desempolvar).
No.
Dani se sumó a la campaña macartista que quiere inaugurar Laurita Alonso contra todos lo que votan a favor de los K y propuso ayer en IDEA perseguir a todos los jueces y fiscales que no fallaron a favor del lado de la Historia donde se para él.
"Hay que remover los jueces y fiscales que cajonearon las causas, que encubrieron a los amigos del Poder que saquearon la Nación. No pueden ser jueces, señores, por favor. Hay que aplicar el concepto de sentencia írrita, que se ha desarrollado en un excelente libro de los señores Federico Morgenstern y Guillermo Orce que está siendo objeto de estudio en la Universidad de Harvard como un modelo de lucha contra la corrupción", recomendó Dani, en medio de la ola de #LaConadepDeLaCorrupción, esa promesa electoral del FAUNEN y salieres, que tanto ha estado promoviendo el sobreseído Milico Aguad.
¿Pero qué es la cosa juzgada fraudulenta o írrita?
"Se trata de casos donde no puede realmente decirse que los imputados hayan corrido un riesgo genuino de ser condenados. El libro trata sobre la revisión y reapertura de sobreseimientos firmes "contaminados"", explica Plataforma Gargarella.
El libro que elogió Dani Sabsay (toda una nueva estrella del #RelatoAntiK, mucho más convincente en las arengas que Canaleta Sanz) fue presentado a fines de septiembre. Morgenstern, investigador adjunto de la Universidad de San Andrés, trató de diferenciarse de la extravagante propuesta radical, que remite a la Libertadora del 55 (que terminó fusilando y proscribiendo) o a la Alianza del Chupete (que bueno, ya sabemos cómo terminó).
"Creo que a diferencia de otras iniciativas como la Conadep contra la corrupción, la cosa juzgada fraudulenta, cuando corresponde, no alegremente, es algo concreto y correcto, que no implica juguetear con las instituciones, ni requiere cambiar leyes, remover a nadie de su función ni armar una comisión de notables. La cosa juzgada írrita puede también aplicarse en casos de violaciones y crímenes de lesa humanidad. Creo que hay un terreno fértil, no es tan sólo para un delito", aclaró.
El director del Departamento de Derecho de la Universidad de San Andrés, Lucas Grosman, apoyó la posición de Morgenstern. "Que un juicio no haya encontrado la verdad no basta para poder reabrirlo, pero el problema es cuando el juez nunca trabajó para encontrar la verdad. Este el caso que nos debería preocupar. Existe el riesgo de que los actos de corrupción realizados por quienes, en el momento que sea, se encuentran en el poder sean jugados de una manera que no se procure analizar realmente si cometieron un delito, sino que el juicio sea una puesta en escena para tener una sentencia absolutoria que blinde al acusado frente a futuras investigaciones".
La idea que respalda Dani Sabsay es una de las tantas promesas al viento del compungido #RelatoAntiK, que por estos días no hace otra cosa que quejarse por la fortaleza del gobierno y que ya comienza a sentir que la elección del año que viene no la tiene tan fácil como le habían dicho y él había creído.
Ah, los ensayos de Morgenstern y Orce tienen prólogo de Alejandro Carrió -el primo de Lilita, ex abogado de Felipe y Marcela (los hijos adoptivos de Ernestina), y de Clarín en la ley de Medios-, que se queja: "Se percibe, entre muchas otras cosas valiosas, el deseo de no circunscribir la solución que el autor ofrece con la doctrina de la cosa juzgada írrita a los llamados casos de “lesa humanidad”. Esta categoría ha servido ya para asestar golpes mortales a principios asentados por muchos años, como para que le asignemos un nuevo efecto de talismán".

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