El #RelatoAntiK vuelve a atacar a las Madres: “Los pañuelos están sucios”

Alfredo Leuco, el sábado; Pepe Eliaschev, el domingo; Norma Morandini, el martes. Tres integrantes del relato que busca trastocar todo desde su actividad periodística-militante opositora con tal de que el gobierno nacional no saque un rédito legítimo o cualquier otro actor social que pueda emparentarse con aquello que este minúsculo grupo denomina “el kirchnerismo”, colectivo al cual habitualmente le adosa (des)calificativos como “populista”, “autoritario”, “dogmático”, hasta directamente “chorro”.
Abandonando cualquier comportamiento objetivo e independiente que el periodismo “profesional” -como prefieren definirse- debería sostener en cada tarea periodística, pero sin aclararle a sus audiencias que lo que en verdad hacen es el periodismo “militante” que declamativamente aborrecen, estos tres integrantes de la Oposición al gobierno nacional salieron estos días a atacar nuevamente al símbolo mayor de la lucha por la defensa de los derechos humanos en el país.
“(Los Kirchner) Descargaron una lluvia de dinero sobre las Madres y eso ensució sus pañuelos blancos, envileció su lucha titánica y heroica, y la redujo a una fundación que más que Sueños Compartidos se transformó en una pesadilla para los verdaderos luchadores honrados”, intentó desprestigiar Leuco el sábado en Perfil. “La empresa de demolición y profanación de emblemas ecuménicos de los Kirchner cometió el peor de los pecados. Enterró en el barro a los relucientes pañuelos blancos”, agregó.
El domingo, Pepe Eliaschev, también en Perfil, bramó: “Con la plena estatización de su “universidad”, el grupo Madres de Plaza de Mayo ha logrado su pleno y formal enganche al presupuesto del Estado. Ya está, ahora la plata que venía por izquierda vendrá por derecha. Triste colofón de una historia que, hasta en sus agrios contornos, al menos proyectaba una idea de valores en pie y decencia integral que en realidad era una narración fantasiosa, pero permanecía más o menos vigente. Al convertir esa fraudulenta “universidad” en una dependencia más de la burocracia estatal, el Gobierno es coherente: todo lo que tiene precio debe ser comprado. Si el precio es alto, se negocia, pero nada deja de ser comprado, o al menos a ninguna operación de compraventa se renuncia. Ellos lo hicieron”.
Y el martes, la senadora del FAUNEN (?), Norma Morandini, complementa desde La Nación esta nueva embestida contra las Madres de Plaza de Mayo: “Si perturba la madre que perdió al hijo, igualmente turba aquella que impreca, insulta. Un virus de intolerancia que ya existía pero encontró campo propicio cuando algunas madres dejaron la plaza para recibir los favores del palacio. No porque no debieran tener un lugar destacado en el palco de los homenajes de la Casa Rosada, la casa de todos los argentinos cuyo inquilino tiene siempre fecha de vencimiento, sino porque el pañuelo se contaminó con el poder, se tiñó de color partidario, con desprecio de la democracia republicana”.
Pero Morandini va más allá. Asegura que la nueva universidad estatal “se convertirá en una escuela de adoctrinamiento para formar “militantes de la causa popular”” y aprovecha para retomar otra operación reciente del #RelatoAntiK de rechazar la creación de universidades, sólo por creer que son K, y que además eso es algo malo per se: “A poco de conmemorar los cien años del movimiento reformista nacido en Córdoba, que se desplegó como influencia cultural y política por todo el continente, contrasta la subordinación de muchas universidades al kirchnerismo, que se sirve de ellas para tercerizar planes de gobierno”.
Planes. La palabra clave del recorrido de siempre: el #RelatoAntiK no cree en convicciones, sólo piensa en que debe haber dinero. Y por detrás.