Pero esta vez se pasó de largo con su fijación...
"Debo confesarle que siento vergüenza ajena por Víctor Hugo Morales. Por un paraperiodista al servicio de Cristina Fernández de Kirchner. Hace mucho que lo critico porque tiene esa actitud de defender algunos malandras al estilo de Amado Boudou, Lázaro Báez. Además, ha sido uno de los que ha atacado con más virulencia el maravilloso ejercicio del periodismo, de nuestro oficio de periodistas. Justo él que durante las mañanas se convierte en una suerte de mayordomo mediático de los ministros que desfilan por la radio y cuando termina la entrevista le saca la pelusa del hombro a los ministros de este gobierno. Lo que más molesta de todo esto, además de ser el relator del relato, es que un hombre que ya ha perdido perdón en su momento, él mismo lo ha confesado que le tuvo que enviar una carta a Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, pidiéndole disculpas por haber elogiado la dictadura militar argentina. Además, le resulta complicado explicar cómo era eso de ir a jugar fútbol, a cantar tangos y a comer a un cuartel del ejército uruguayo durante la dictadura uruguaya. Yo también siento vergüenza ajena por este gobierno que en el caso del siniestro de Estación Once el gobierno y algunos de sus periodistas y artistas populares lamentablemente miran para otro lado, ocultan el tema, justo hoy que empezó el juicio oral y público, donde 29 personas que están sentadas en el banquillo de acusados, hay funcionarios ex kirchneristas como Jaime, Schiavi, están los empresarios, los hermanos Cirigliano, y fíjese que el propio fiscal, el doctor Federico Delgado, ha dicho que ha habido un pacto explicito o implícito entre funcionarios nacionales y empresarios que ha hecho absolutamente imposible ejercer el debido control. Por eso, fortunas, millones de todos nosotros se fueron en subsidios que deberían haber ido a mejorar la calidad del sistema ferroviario, que es utilizado por los más humildes y trabajadores, sin embargo se fueron a los bolsillos en una matriz corrupta que ha generado esta relación de ida y vuelta entre algunos sindicalistas también que han participado de esa fiesta que luego se convirtió en tragedia, los empresarios y algunos funcionarios del gobierno nacional. Insisto, muchos miran para otro lado, la propia Cristina Fernández de Kirchner casi no se refiere a 52 muertos en nuestro país. No fueron en otro lado, ocurrieron aquí, ocurrieron durante este tiempo, y sin embargo hay como una prohibición explícita para aquellos hombres del kirchnerismo para hablar del tema. Víctor Hugo siguió ese camino, yo digo finalmente la Historia nos juzgará, como a todos nosotros, la Historia y la opinión pública. Cada uno es grande y sabe qué hacer. Pero una cosa es ocultar, no hablar, y otra es hacer lo que hizo Víctor Hugo en los últimos tiempos que es militar para tratar de lavar las manos de Ricardo Jaime, de Juan Pablo Schiavi y echar sombras sobre los familiares de las víctimas. Y eso es demasiado. Too much, como diría Cristina Fernández de Kirchner, la presidenta admirada por Victor Hugo".
Minutos después, en Massa TV, Víctor Hugo le explicaba a Fantino por qué prefiere meterse con los peces gordos de las empresas periodísticas del país antes que con un simple Leuco...
3 comentarios:
Impecable siempre Victor Hugo, gracias DIOS mio por poder ver y escuchar a gente como él, pensé que nunca vería este momento.
no nos olvidemos qe leuco es leucovich.....
m sos un facho, como me gustarí encontrarte idiota útil de la década más nefasta.
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