Y después se quejan de las preguntas del motociclista Rial a CFK. O viven haciendo puchero por los temas de los cuales no habló la Presidenta o si se burló más o menos del pobre Dr. Hubris.
Morales Solá, hay que admitir, se comportó profesionalmente y le tiró los centros que el guión ¿implícitamente? preestablecido indicaba para que José Manuel acusara de kirchneristas (como si -a estas alturas- todavía alguien pudiera pensar que es un término con el cual se puede acusar de algo a alguien) a las organizaciones sociales que resisten la instalación de una planta de la contaminante global Monsanto.
¡Justo a esas organizaciones!
Sólo hace falta googlear sobre la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida o las Madres de Ituzaingó Anexo para ver qué piensan del kirchnerismo. Sólo por nombrar a las dos que sufrieron los palos, los empujones y las detenciones por parte del accionar ya descontrolado de una policía aturdida y sin control civil y democrático.
Una lástima, porque, a la tarde, uno se entusiasmó con las declaraciones de la candidata K Carolina Scotto y con la actitud del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda -que envió un abogado a interiorizarse sobre el conflicto-, que rompían con la complacencia K con la multinacional repudiada en todo el mundo.
Pero a la noche uno lo ve a De la Sota, que ante el escándalo de los narcopolicías -que cada vez se extiende más, a tal punto de comprometer a su jefe de Gabinete (que no aparece en público desde que se conoció una denuncia judicial en la que se lo acusa de contratar a un sicario para que asesinara al fiscal de Carlos Paz, según el testimonio del mismo sicario)-, que ante el desmanejo de los fondos del Manejo del Fuego, que ante la dislocada Policía de Córdoba, que -como si no fueran suficientes las múltiples denuncias e investigaciones de supuestos vínculos con el narcotráfico- ahora se dedica a reprimir a ciudadanos para asegurar la continuidad de la construcción de la planta de Monsanto -horas después de la represión de ayer, la multinacional anunció que frena su construcción-, que ante todo eso -por nombrar sólo lo más reciente- prefiere echar mano a una frase -de esas gastadas- que ya ni el Colo De Narváez se atreve a usar (así le fue) de que "este gobierno no es peronista, es chavista" produce una serie de interrogantes -de los simplones, nada más, eh-.
¿Tan poco le quedó de su sueño parapresidencial a De la Sota que apenas si le quedan estas sobras del peor discurso anti K? ¿Tan diezmado quedó su sueño parapresidencial que ni él puede enarbolarlo para continuar intentando remontar un barrilete que nunca tomó vuelo? ¿Cree que el mundo actual permite engañar a audiencias nacionales por poseer el circunstancial favor del Grupo Clarín -acá y allá-?
Mientras, De la Sota volverá de Buenos Aires a una provincia que sólo le trae dolores de cabeza y le interrumpe lo que él creía iba a ser una camino fácil a disputar el real poder en el seno del peronismo luego de que éste le diera una patada a ese engendro molesto del kirchnerismo. En ese marco, repetir por enésima vez que "en Córdoba pasan cosas raras" y que la Presidenta "quiere dividir a los cordobeses" porque "no los quiere" quizás le sirva de consuelo y le haga creer que lo puede ayudar a pasar el temblor.
Video de la entrevista
martes, 1 de octubre de 2013
Caceroleando un rato: Joaquín Morales Solá entrevistó a De la Sota durante 17 minutos y no le preguntó sobre los #Narcopolicías
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario