Por Luciano Giuliani
Asesor de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación
"Las elecciones legislativas dejaron algunas pautas interesantes para el análisis político: el afán en sobredimensionar la idea de fin de ciclo, un fuerte avance de prácticas neoliberales en la construcción política de la oposición de centroderecha y un claro mensaje de la ciudadanía en los resultados de los comicios.
Respecto de la hipótesis de un presagiado fin de ciclo es una clara táctica de desgaste de un proyecto político consolidado a partir de transformaciones reales en la concepción misma del Estado.
Las consignas explicitadas durante la campaña como “ella o vos” y “tu voto es el límite” evidencian un claro ataque a las conquistas obtenidas en materia económica y social durante estos diez años de peronismo kirchnerista. Muchos de los portavoces de estas consignas pertenecen a espacios políticos que coadyuvaron al vaciamiento del Estado que vivimos en 2001 y pretenden confundir en una falsa antinomia lo nuevo de lo viejo.
El actual modelo desarrolló tres pilares fundamentales en sus políticas de Estado. En primer lugar, el rol político del Banco Central -a partir de la reforma de su carta orgánica- y del Nación -mediante un criterio de asistencia crediticia para una agenda que protagoniza la obra pública y el fortalecimiento de las pymes-. En segundo lugar, el rol protagónico de la seguridad social mediante las políticas del ANSES que no sólo abarca la contención de los sectores más vulnerables de la sociedad sino también la clase media a través del programa PROCREAR. En tercer lugar, el fuerte basamento de las políticas públicas desde una visión de derechos que implica la concepción de ciudadanía en la población y por ende el efectivo goce y ejercicio de derechos.
En esta antinomia, la oposición de centroderecha ha impulsado la aparición de figuras ajenas a la política como señal de recambio, tal es el caso en Córdoba de Agustín Calleri o Baldassi. Estos candidatos de lo nuevo como novedad, es decir personas sin pasado en lo político, generan una sensación de cambio superficial que deja de lado la política para empezar a hablar de las personas, es decir ya no hablamos de proyectos sino de figuras y convierte al electorado en una suerte de espectadores de un reality show.
Por último, queda analizar el mensaje de las urnas. La gente no votó masivamente una alternativa en Córdoba y esto se explica por varios factores: uno de ellos es la necesidad de recambio en la política que claramente hoy no lo encuentra la gente entre los partidos mayoritarios; otro factor importante es la ausencia de gestión y permanente abandono del espacio institucional que ha hecho el Gobernador mientras continúa aferrado al sueño presidencial, generando roces constantes y una grieta en el peronismo cordobés que no logra contener ninguna expresión política en la provincia; podemos añadir como un factor de relevancia la falta de discusión política que se ve en algunos candidatos completamente centrados en “defender Córdoba” cuando la consigna debe ser “incluir Córdoba” y esto puede parecer un slogan de campaña pero es el debate de fondo.
Queda un desafío importante el 27 de octubre: la continuidad y profundización de las políticas públicas de un modelo de desarrollo con Justicia Social que propone el Frente para la Victoria o seguir en la apatía de la antipolítica en la cual todos somos espectadores del saqueo.
No hay límites para construir la felicidad del pueblo, esta es la invitación del FPV para consolidar un Congreso que garantice una Argentina justa, libre y soberana".
viernes, 13 de septiembre de 2013
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