Relato y Realidad: el Efecto K

"El efecto Kuleshov es un fenómeno del montaje cinematográfico demostrado por el cineasta ruso Lev Kuleshov durante los años veinte. Kuleshov mostró frente a una audiencia una secuencia en la que se intercalaba una toma del actor Iván Mozzhujin con un plato de sopa, un ataúd y una niña jugando. La audiencia percibió que la expresión de Mozzhujin cambiaba en cada secuencia, con lo cual se comprobó que el montaje tiene una gran influencia en la comprensión semántica de lo que aparece en una escena.
El efecto Kuleshov es fundamental en discusiones sobre la estética del montaje como prueba de que el significado cinematográfico se da en función del orden de las tomas. Kuleshov probó que en una secuencia el orden de las tomas influye en la percepción y el significado de las acciones de los actores. La premisa básica del efecto Kuleshov es que el significado cinematográfico es una función de la secuencia editada, más que de la toma en sí misma. En palabras de Kuleshov: “El contenido de las tomas en sí mismo no es tan importante como la unión de dos tomas de diferente contenido y el método de su conexión y alteración”".
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"Las imágenes se contaminan entre sí y adquieren su significado por su relación con otras imágenes que intercalamos en el montaje. La verdad se construye, el significado se construye y la forma y el contenido se impulsan mutuamente generando el discurso fílmico. La disposición y el orden en que se han colocado esas imágenes así como la narración, en este caso con voz en off, nos puede llegar a hacer creíble que un actor estuvo en un cruce de caminos de la Historia.
Pero el Efecto K no solamente sucede en el terreno cinematográfico sino que también en el político y social. Con estas técnicas también la memoria y la verdad pueden ser traicionadas, modificadas o suprimidas".
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"Kuleshov investigó como dos imágenes distintas puestas e continuidad son capaces de crear un concepto y recrear distintas emociones en el espectador. Dos virtudes de la retórica visual: la realidad en la imagen cinética es una acumulación de fragmentos que el espectador une inconscientemente dando sentido al relato, y cómo la ocultación de ésta retórica permiten establecer una mirada que se quiere objetiva, y que por lo tanto crea historia narrada (cuyo sentido, a su vez, es puesto en cuestión por la imagen)".
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