martes, 5 de abril de 2016

#PanamaGate Shock macrista y gobierno en jaque

Justo que arreciaban las críticas hacia la comunicación del gobierno macrista por no saber comunicar bien el tarifazo y el ajuste (como si hubiera una forma gentil de hacerlo), el jefe de gabinete y coordinador general de la comunicación de Cambiemos, Marcos Peña Braun, tuvo que salir a improvisar un guión para hacerle frente al mega escándalo que le pega a la línea de flotación del gobierno: la lucha contra la corrupción y la búsqueda de la República de los puros.
Dicho boceto de apuro se basa en dos acciones:
*Asegurar que no es algo malo tener una cuenta secreta en un paraíso fiscal, a pesar de haber sido abierta a través de uno de los bufetes de abogados con más problemas judiciales del mundo.
*Repetir que el presidente Mauricio Macri sólo prestó su nombre, a su padre y hermano, para abrir una sociedad por las dudas que les saliera un negocio en Brasil (cosa que finalmente no ocurrió).
Fue necesario que Lilita Carrió saliera por los medios oficialistas a tratar de limpiar la imagen de Macri, que apenas si balbuceó lo coordinado con Peña Braun (¿y Durán Barba? ¿O el ecuatoriano está disfrutando de las consecuencias de que no le siguieran el consejo de no hablar de la Herencia K?) en diálogo con el sitio web del diario del Grupo Clarín en Córdoba (peor fue lo de la vicepresidenta Michetti en Telefe. Aunque menos penoso que la justificación que ensayó el antikirchenrista rabioso Marcos Aguinis en Amércia 24).
De la "nota" a Lilita se desprende lo que puede ser el curso del PRO por estas horas para pasar esta tormenta: entregar a Néstor Grindetti, ex secretario de Economía de Macri en el gobierno porteño y actual intendente de Lanús. Carrió fue terminante: "Lo de Grindetti no tiene explicación. Siempre sospeché que era un corrupto y no me equivoqué".
Pero también tuvo que salir el rey de la familia, Franco, para repetir en un comunicado la frágil estrategia defensiva del gobierno, que -como apuntó más de un periodista- está en jaque por el escándalo internacional que puede seguir agrandándose en estos días con nuevas revelaciones.
También se notó por estas horas un enojo de ciertos ex periodistas independientes que se sienten muy incómodos ahora que están en una forzada actitud hiperoficialista y que se ven desbordados por esta marea de información que los coloca contra la pared (Morales Solá, anoche, en TN: "El beneficio que tienen los Macri es que crearon la firma off-shore con sus propios nombres"). Nelson Castro escapó rápidamente y comparó a Macri con Nixon y el Watergate, y aseguró que "esto lo salpica éticamente".
En ese marco, la tropa de periodistas macristas se aferró a la desmentida de Macri y Marquitos Peña Braun, hablaron solamente de la sociedad Fleg Trading LTD (Bahamas) y obviaron referirse a la segunda cuenta que se le descubrió al primer mandatario argentino por estas horas, Kagemusha SA, que no figura entre las sociedades informadas en la investigación de los Panama Papers, pero sí aparece en el Registro Público de Panamá, y aún está activa. Ambas empresas no fueron incluidas en la última declaración jurada del jefe de Estado, correspondiente a 2015.
Es tanta la información que se está procesando (Ámbito ya habla de una tercera compañía, Latium Investment In, también todavía activa y con Mauricio y su primo Jorge como integrantes), que sueñan con que algún mail involucre a la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Alguno llegó a advertir al kirchnerismo que no festeje, como si se tratara de un partido de vida o muerte para el gobierno que ahora defienden. Fernaández Díaz fue más allá: propuso un neo pacto de Olivos como forma de salvarle la gobernabilidad a Macri, en medio del "fin de la luna de miel".
Mientras se conocen más cuentas secretas en Panamá (Magnetto, De la Rúa, Lopérfido, Campanella, Avruj), se revela que muy probablemente el gobierno sabía de esta información desde hace 15 días (algunos arriesgan un mes), por aviso de sus socios Clarín y La Nación, que intervinieron en esta investigación periodística internacional. ¿No fue tiempo suficiente para preparar una defensa mejor armada y con mayor consistencia? "El Gobierno supo hace tiempo de la filtración, pero no Macri, que dio un comunicado desteñido y burocrático tras la publicación del domingo. Macri habló ayer. No en conferencia de prensa. Hay gente al lado de él que subestima estas cosas", se queja Roa, hoy, en Clarín.
Es más, el diario Popular se animó a publicar ayer que uno de los periodistas argentinos, Hugo Alconada Mon, admitió que estaba pautado que esta información que se reveló el domingo se diera a conocer el 15 de noviembre pasado, justo una semana antes del balotaje presidencial, pero que luego se suspendió a pedido de él y sus colegas. Estaría bueno que El Perro Verbitsky, otro de los que integra el consorcio de periodistas que llevó adelante la investigación, diera detalles de esto.
Mientras en Islandia se realizaba una manifestación multitudinaria para que renuncie el primer ministro involucrado en esta estafa multimillonaria, el periodista argentino Felipe Yapur, en Telesur, subrayaba que Macri es el primer presidente argentino vinculado con la evasión fiscal. "Él, a pesar de que sólo era miembro del directorio, es solidariamente responsable del accionar de la empresa, independientemente de que haya invertido acciones o no", agregaba. En TN, casi a la misma hora, Pagni admitía que esta revelación "pone en jaque al gobierno, que está a la defensiva".
El hiperoficialista Alfredo Leuco resumió en su editorial de ayer el clima que envuelve al macrismo (de preocupación, según Clarín), a sólo 4 meses de haber asumido en el poder: "Macri prometió cambiar este pantano de estafas y negociados en el que los Kirchner convirtieron al gobierno. Por eso, con más razón, Macri tiene que dar la cara y aclarar todo. Cuentas claras conservan la amistad. Hay que apagar la luz amarilla antes de que se convierta en roja. Hay que cuidar la ilusión de la gente".
Más:
Clarín, furioso: "La aparición del nombre del presidente Mauricio Macri, vinculado a una empresa con sede en un paraíso fiscal, es una fisura inocultable en el sentido de ejemplaridad requerido. Un tropiezo político que ocurre en el peor momento."

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