Pablo Wende, en Ámbio, el martes: "Las Lebac representan un dolor de cabeza para el Gobierno y el problema crece a un ritmo tal que en el mercado empiezan a hablar del efecto "bola de nieve", por el aumento exponencial que tendrá desde el punto de vista de la emisión monetaria para cumplir con los inversores.
•Considerando que el stock actual de Lebac supera los $ 400.000 millones y estimando una tasa de interés del 30% (bastante más baja que el 38% actual), el Central deberá emitir un piso de $ 120.000 millones para pagarles a los inversores a lo largo del año. Esta cifra es equivalente a casi un 25% de la actual base monetaria.
•Pero esta necesidad de emitir pesos para pagar las Lebac genera a su vez la necesidad de emitir más títulos para absorber ese excedente que se volcó al mercado. De acuerdo con el análisis del economista Hernán Hirsch, de FyE Consult, el stock de Lebac este año sufriría un fabuloso salto, ya que pasaría de los poco más de $ 400.000 millones a unos $ 700.000 millones.
Con semejante escenario, aparecen varios interrogantes. El primero es si el Gobierno podrá cumplir con la meta del 25% de inflación como techo para este año, algo que a esta altura parece improbable. Pero luego también aparecen dudas sobre la factibilidad de cumplir con la disminución de la inflación a un dígito en 2019, en la medida en que se requiere tanta emisión para hacer frente a los agujeros fiscales.
En ese sentido, preocupa que hasta el momento no se hayan tomado medidas que reduzcan efectivamente el déficit fiscal, ya que según estimó Ecolatina las primeras medidas del Gobierno de Mauricio Macri lo incrementaron en $ 100.000 millones. En la medida en que el rojo fiscal no baje, será casi imposible pedir que el Central modere la emisión para financiar al fisco".
Zloto, hoy, en El Cronista Comercial: "Desde hace varias semanas Sturzenegger está renovando y colocando Lebac a una tasa del 38% anual para el grueso de las operaciones que vencen a los 35 días. Con esa tentadora supertasa logra el doble objetivo de contener el dólar y absorber circulante. Desde que asumió el gobierno, el stock de Lebac pasó de $ 265.000 a 458.000 millones.
Para los bancos y grandes inversores es una fantástica oportunidad. Las entidades financieras colocan la liquidez sobrante de depósitos que toman a tasas mucho más bajas con una rentabilidad extraordinaria. Otra alternativa abierta a los inversores es la vieja y conocida bicicleta que aparece cuando hay expectativas de que el dólar no suba por un tiempo. En la city abundan los informes que recomiendan aprovecharla y subirse.
Un ejemplo. El consultor rosarino Salvador Di Stefano le aconseja a sus clientes: "La mejor alternativa pasa por colocarse corto en pesos, es decir, comprar la Lebac a 35 días, que renta el 38,5% anual, y comprar dólar futuro a junio de 2016, que se ubica en 15,68. Estamos a 100 días de dicho vencimiento, y podríamos renovar 3 veces la letra. Obtendríamos un rendimiento del 9%, y nos aseguraríamos en dólares a una tasa del 5,4%; esto nos permitiría ganar un 3% en dólares, limpio de comisiones. Es casi un 12% anual en dólares".
La contrapartida de semejante negocio es la pérdida para el Banco Central, conocido como déficit cuasi-fiscal. Una cuenta a trazo grueso para tener un orden de magnitud: suponiendo para el año un stock promedio de Lebac de $ 500.000 millones (hay consultoras que estiman que llegará a 700.000 millones a fin de año) y una tasa anual promedio del 35%, el negocio para los privados le costaría al BCRA $ 175.000 millones.
La inflación adicional y las reservas perdidas no son el único costo del primer traspié monetarista de Sturzenegger. Si no hubiera dejado volar el dólar en un comienzo, es muy probable que no hubiera tenido que subir tanto la tasa de interés. En tal caso, si en la cuenta anterior se supone una tasa anual promedio del 30 en lugar del 35%, hay un ahorro de $ 25.000 millones. ¿Se preocupará el juez Claudio Bonadio por este asuntito, al igual que con la causa por el dólar futuro?
Sturzenegger se planta en su actual versión del monetarismo, avisando que "la relajación de tasas de interés tendrá lugar únicamente cuando la tasa de inflación muestre un nivel y una velocidad de descenso compatibles con los objetivos de la institución", según figura en el comunicado del martes pasado.
Una invitación a seguir pedaleando".
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