La pregunta es del Colectivo de Comunicación Popular de La Plata (Buenos Aires), Radio La Cantora, acostumbrado a trabajar en contextos de cárcel y encierro, y con jóvenes en conflicto con la ley penal.
La respuesta es contundente: "Cuando las organizaciones de Derechos Humanos queremos ingresar a las Unidades Penales a relevar las condiciones de detención nos niegan sistemáticamente la entrada. La Unidad 30 de General Alvear (Buenos Aires) ha sido, desde su inauguración a la actualidad, el infierno tan temido a donde ninguna persona privada de libertad quiere llegar.
Lanata públicamente agradeció el trato diferencial por parte del Servicio Penitenciario. Eso sí, no aclaró cuánto le salió la entradita.
Radio La Cantora, El Comité contra la Tortura, el Cels, entre otras organizaciones, recibimos denuncias diarias sobre los horrores que allí se cometen contra las personas detenidas. Tampoco llegan jueces, ni fiscales.
Nosotros somos para el gobierno la mala palabra, el mal ejemplo porque luchamos por la vida. Entonces nos preguntamos: ¿cómo ingresaron Lanata y las cámaras de Canal 13 a la Unidad 30? ¿Quién autorizó este ingreso? ¿La jefa del Servicio Penitenciario Bonaerense, María Florencia Piermarini? ¿El subsecretario de Política Criminal de la Provincia de Buenos Aires, César Albarracín? ¿El ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal? ¿El gobernador Daniel Scioli?
Sería deseable, en cambio, que eseamos autorizados quienes luchamos contra la tortura, los tratos crueles inhumanos y degradantes y nos manifestamos abiertamente contra la corrupción penitenciaria".
Perfil agrega: "En el caso del penal de General Alvear en donde fue entrevista a Martín Lanatta (condenado por el Triple Crimen de General Rodríguez), el director de comunicación, prefecto Gustavo Battista, depende directamente de la Jefatura de Servicio del SPB (Servicio Penitenciario Bonaerense) a cargo de María Florencia Piermarini, según indica la última información provista por la Guía Protocolar del SPB. Lo que no quita además la participación de la Dirección General de Coordinación, a cargo del inspector general Claudio Cardo, que también depende de esa jefatura.
A su vez, tanto Piermarini como Cardo responden directamente a la Subsecretaría de Política Criminal de la Provincia de Buenos Aires, organismo cuyo titular es César Albarracín. Albarracín es subordinado directo del ministro de Justicia Ricardo Casal, mano derecha del gobernador y precandidato presidencial Daniel Scioli, a quién éste debió defenderlo en más de una ocasión, especialmente contra las embestidas del periodista Horacio Verbitsky por sus políticas provinciales".
La Política Online mete más cizaña: "Aunque en público apuntó sus cañones contra Julián Domínguez y Fernando Espinoza, en la intimidad, Aníbal Fernández cree que quien estuvo detrás de la denuncia por el triple crimen y el tráfico de efedrina fue Daniel Scioli.
El jefe de Gabinete había recibido hace tiempo el aviso de que Jorge Lanata obtendría el testimonio de Martín Lanatta, condenado por la Justicia como el autor material del triple crimen de General Rodríguez y sobre quien pesó la sospecha de tener vínculo con Aníbal.
La noticia a Fernández se la dio el ministro de Justicia de Scioli, Ricardo Casal. De ese funcionario depende el Servicio Penitenciario Bonaerense, encargado de autorizar el ingreso de las cámaras y los periodistas al penal de General Alvear, donde está preso Lanatta.
En ese momento Aníbal no le dio importancia. Pero cuando vio el informe de Lanata, estalló contra el ministro bonaerense. Fernández dice que el mensaje que recibió de Casal fue para despegarse de la operación que -según él- le armó Scioli. “Los dejaron entrar a la cárcel y después me avisan para despegarse”, gruñe en la intimidad.
En el entorno del quilmeño dicen por lo bajo que en realidad no hubo pedido de Lanata a ningún juez y que logró el permiso a través de un pedido administrativo que hizo a la Provincia. En su explosivo programa del domingo, el conductor agradeció la amabilidad del Servicio Penitenciario.
Cerca del jefe de Gabinete sostienen que no creen que haya existido una coordinación del sciolismo con Elisa Carrió -que admitió que acercó a la producción de Lanata a los dos involucrados-, sino más bien que “la dejaron actuar” para que perjudique a Aníbal".
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1 comentarios:
En la reciente operación contra Anibal Fernandez, la larga mano del papa peronista, igual que su amigo Julian Dominguez, ¿no tuvo nada que ver?
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