¿Era necesario caer tan bajo?
¿Tan pobre puede ser el análisis?
¿Otra vez descalificar el voto a partir de su pertenencia geográfica?
¿Tan elemental puede ser la diatriba?
¿Cuánto esfuerzo requiere creerse superior al otro por vivir en una determinada zona del país?
¿Tan ciego puede ser el que piensa que los señores feudales sólo habitan el norte "atrasado"?
¿Se puede seguir creyendo que sólo el voto del pobre puede ser motivado por razones económicas?
Cuántas preguntas más para hacerle frente al retorno ya no sólo del periodista que se cierra sobre su círculo más inmediato, sino que también -sabiendo que adopta una posición de (falsa y absurda) superioridad- la vuelca sobre su trabajo.
Total, luego tiene la chicana de acusar de resentido al que se lo marca.
"¡Qué complejo de inferioridad!", escupirá.
Sin tapujos.
Más allá de esto, lo que traslucen los siguientes "análisis" es la necesidad de la oposición de descalificar los amplios triunfos K en el NEA y NOA a partir de denunciar fraude y de criticar al oficialismo si no quiere el voto electrónico (en verdad, imposible de instrumentar en menos de 60 días, además de ilegal por ya haberse comenzado con el proceso de elecciones en abril), el que le permitiría de una vez por todas (a la oposición) solucionar la falta de fiscales en esas regiones y otras del país.
Sus escribas (también) esconden estos verdaderos intereses, por lo que sólo les queda la gratuita descalificación contra millones de argentinos.
Majul (La Nación): "¿Cuánta dependencia del Estado, cuánto clientelismo disfrazado de ayuda social, cuánto empleo público y cuánta limosna oficial se necesitan exactamente para ganar las elecciones siguientes y seguir gobernando?
Entre 15 y 18 millones de argentinos dependen de alguna manera del Estado. Del nacional, provincial o municipal. Dependen del Estado para cobrar planes sociales, pensiones, jubilaciones o el recibo de sueldo correspondiente a su trabajo. Esta cifra explica, en parte, por qué sigue ganando el Frente para la Victoria en provincias como Tucumán, Jujuy o Formosa. ¿Son la mayoría de estos argentinos rehenes o cautivos de los oficialismos de turno? ¿No les importan el maltrato, los abusos y las mentiras porque lo único que desean es llegar a fin de mes? ¿No les pega en la boca del estómago, por ejemplo, que los señores feudales de la provincia de Formosa insulten de arriba abajo a un ídolo popular como Carlos Tevez sólo porque se atrevió a decir que lo impactó la enorme desigualdad que vio en esa provincia?".
Muchnik (El Cronista Comercial): "Se esperan resultados muy parecidos a los de Tucumán en las provincias y regiones donde sólo existe el trabajo en el Estado y que son manejadas con estilo arbitrario y feudal. Es lo que puede pasar en Formosa, donde casi 40.000 votantes pagados que viven en Paraguay vendrán a votar con documentos argentinos que sólo usan en las elecciones. Ni pensar en otras provincias con sociedades sojuzgadas por caudillos y dependientes de la ayuda provincial o estatal o de los cargos que remunera el Estado".
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viernes, 28 de agosto de 2015
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