Y vino la profecía autocumplida, claro: se sucedieron las figuras antiperonistas que florecieron desde las profundidades de las zonas bonaerenses bajo el agua.
Y no hablo sólo de la pobre Legrand.
También el profe de vóley, que anda promocionando su compilación de Taringa "Es el peronismo, estúpido" (anoche lo disfrutamos en lo de Fantino, explicando su concepto de máxima: el stalinismo débil; una joya. Lo que se pierde el Parlasur, ¿no?).
Justamente, la vividora de La Cámpora, Laura Di Marco, en el final de Hora Clave, contó que escuchó por ahí que Scioli habría llamado a De la Sota: "Si me ayudan, me saco de encima a La Cámpora". Y que le habría pedido a Massa una reunión entre los tres.
Más penurias del antiperonismo, impotente para estructurar su propia alternativa democrática sin las armas del pasado. Aún sin entender al peronismo. Y rogando por un (nuevo) fin de ciKlo.
El cacerolero La Hora de Maquiavelo ya en junio hablaba del clivaje (ay!)
Sil Mercado: "Al gorila, en los años kirchneristas, sólo le está permitido callar"
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