Macri, Massa y Stolbizer se hicieron eco de la denuncia de Cano, que pone en apuros a Juan Claudio Tristán, el presidente del Correo, último subordinado de Amado Boudou que conserva un cargo en el Gobierno. Aunque la verdadera responsable es Vanesa Piesciorovski, de La Cámpora. De todos modos, las dudas sobre el comportamiento del Correo no se originaron en la oposición. Los seguidores de Julián Domínguez aún se preguntan por qué, el domingo 9, el material electoral que llegó a innumerables mesas del conurbano no incluía las boletas del rival de Aníbal Fernández. El encargado del reparto es el Correo, que está controlado por simpatizantes del jefe de Gabinete. ¿Fernández estaría también durmiendo? En el PJ ya se ganó un apodo cariñoso: "Noni-noni".
Estos episodios conducen al interrogante principal de Macri, Massa y Stolbizer: ¿qué garantías de neutralidad ofrece el Poder Ejecutivo para los comicios del 25 de octubre? La pregunta supone una aberración: la argentina es la única democracia de la región en la que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio del Interior y del correo estatal, participa en la organización de las elecciones. Medido con parámetros latinoamericanos, el país conserva un sistema electoral subdesarrollado. Curioso descuido de un grupo político que avanzó sobre la Justicia y sobre la prensa en nombre de la representación del pueblo".
La siguió a la noche, en C5N, la esposa del quemador de urnas en Catamarca (Plus: "Esas urnas eran de cotillón", aclaró la golpeadora en el minuto 15). En el minuto 3 del video, Camaño disparó: "El Correo. que es una entidad bajo el ejido del Gobierno, está trucando los telegramas". Y en el minuto 12: "El Correo está trabajando como una agrupación política".
El Correo se ha convertido en un búnker camporista. En especial desde que Amado Boudou cayó en desgracia. En los últimos cuatro años se incorporaron 2 mil militantes de esa organización. Manejan la informática logística y comercial. Poseen acceso directo al transporte y la carga de la información electoral. Hubo muchas constancias, en la PASO y en Tucumán, de telegramas volcados al escrutinio con números distintos a los originales. Difícil creer en un error tan consecuente".
También hoy, Morales Solá, en La Nación, se lamenta: "Un fiscal opositor vale entre 3000 y 4000 pesos. Es el precio que cobra para traicionar a su partido e irse a su casa antes de la firma de las actas, al final de un día de elecciones. Las actas las toma luego el Correo Argentino y los jóvenes cristinistas que lo pueblan cambian los números. ¿Y si alguien protesta? No hay firma del fiscal opositor. La queja no es válida. Antes de que los fiscales opositores se vayan, pasaron ya por las urnas argentinos que recibieron una bolsa de comida o una cantidad de pesos para votar de determinada forma. O se había cometido el menor de los pecados: el robo de boletas del opositor más temido. Sólo falta que voten los muertos. si es que ya no lo hicieron.
De todos modos, los datos del Correo sólo sirven para el escrutinio provisional. En una elección presidencial, el único escrutinio que vale es el definitivo, que está en manos de jueces federales de primera instancia y de la Cámara Nacional Electoral. Si el escrutinio provisional puede ser manipulado en el Correo y si las encuestas en boca de urna tampoco sirven, ¿cuándo se enterarán los argentinos del resultado de las elecciones? ¿Acaso cuando termine el escrutinio definitivo que lleva semanas? ¿Cuántos días vivirán entre candidatos presidenciales que cantarán victoria antes de tiempo? ¿Podría la Plaza de Mayo convertirse en la plaza de Tucumán?".
1 comentarios:
Pero bueno, tal vez desde el kirchnerismo incorregible puedan responder que el "éxito" de cano le vino gracias a la alianza con el ex kirchnerista amaya, principal referente de "la tránsfuga". Podría ser, no?.
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