Meses atrás fracasó otra similar: Cristina miente. ¿Recuerdan? Durante los cacerolazos (a propósito: ¿qué pasó con las marchas opositoras? Ah, cierto: ahora dicen que el 18J se viene una en apoyo de Campagnoli -hoy Página publica que le sacaba fotos a menores para incriminar a diferentes personas- y del juez pro nazi Lijo).
Bueno, ahora es más modesta la cosa, pero intensa.
Ayer fue una jornada dura para el #RelatoAntiK: había que capear la inauguración del Mundial (¡ustedes podrán creer que la FIFA K lo puso justo en este momento!). Entonces los medios del Grupo abusaron del verbo complicar, del adjetivo complicado, del adverbio complicando, del...
Y a la tarde (¡sí, también está a la tarde, y todos los días!) y en su programa de la noche, el dr. Hubris se dedicó ahora a ser juez y dictaminar, con las "pruebas" periodísticas en sus manos, que el vicepresidente miente, porque simplemente no le dio la razón a esas pruebas irrefutables y porque el zángano osó no autoincriminarse en la comparecencia del martes ante Ernestino y Zloto. Alta osadía.
El atrevimiento profesional de los Castro, rayando el cacerolismo más rancio, es facilitado por el poco margen de maniobra que le ha quedado a Boudou: apenas si poder defenderse en un estrado judicial. El resto, lo maneja el #RelatoAntiK, fortalecido y facilitado luego de la decisión independiente de Lijo de no dejar transmitir la indagatoria al vice, cosa que permitió la edición objetiva de los medios que ven en Boudou la posibilidad de asestarle a CFK el golpe más fuerte.
Pero vayamos a lo que esbozó el juez Hubris anoche en TN: "Las mentiras de Boudou lo complican y por supuesto demuelen su figura política.
Cuando aparecen las mentiras uno entiende el tipo de defensa que tuvo hasta aquí la del carpetazo. Sus abogados deberían revisar sus escritos porque tienen faltas de ortografías.
Son malos. Le dio resultados con Rafecas, con Righi, pero finalmente no.
Y lo tercero es que su futuro político está terminado. El presente y la realidad marcan la importancia del periodismo y de la justicia independiente. Por eso yo emparento este caso con el Watergate.
Nixon decía que era todo mentira. Y ya saben como terminó. Está claro que Boudou mentía. Y también que lo que resguarda a una Nación es la posibilidad de una justicia independiente y del ejercicio del periodismo independiente".
Precisamente, en una República, el periodismo a lo sumo puede denunciar, desde su ámbito (como cualquier otra institución social). Pero el que juzga es el Poder Judicial, que sí es un poder del Estado. Este armado responde a una configuración republicana, ésa de la cual hablan tanto personajes como Castro y que sólo se ocupan de bastardear.
viernes, 13 de junio de 2014
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2 comentarios:
No estan tan lejos en el tiempo las resoluciones del juez que estas esperando. Falta un par de meses a lo sumo.
Como declaró como imputado, no como testigo, tiene derecho a mentir, igual que en las declaraciones periodísticas. Eso no lo juzga el juez, sinó el pueblo.
Qué tema "el pueblo", Mariano, ¿no? Igual que el entrañable "lagente"...
Son como los hábitats de los relatos...
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