Antes de que en horas de anoche se conociera la noticia del procesamiento del vicepresidente de la Nación, uno de los editores del diario Clarín, Julio Blanck- hombre fuerte muy cercano a Héctor Magnetto, CEO del Grupo- había escrito su habitual columna de los viernes en el diario. La tituló "Boudou, más casualidades y la verdad esquiva".
En la misma, adelantaba los pasos que sólo horas más tarde -y después de que no hubiera embargo y default contra la Argentina por parte de otro juez, en este caso de EE.UU, en la disputa del país con los fondos buitre- Lijo iba a publicitar, movimiento político-judicial que desató una ola de opiniones de las principales espadas del Grupo -que, como quedó asentado en la página 19 de la resolución de Lijo, estuvo interesado en adquirir a la ex Ciccone-.
"En oficinas del Gobierno se decía anoche que el procesamiento de Boudou es “inevitable” y lo esperaban para esta misma semana, que el juez ya lo tenía redactado hacía rato. Esos pronósticos agoreros parecen algo equivocados, pero no demasiado.
Amigos del juez Lijo aceptan que quizás la situación procesal de Boudou se resuelva antes que se inicie la feria judicial dentro de tres semanas. Y quienes conocen al magistrado por haber compartido con él buena parte de su carrera, suponen que las declaraciones y probanzas recientes no modificarían de modo dramático el cuadro de situación que Lijo ya tendría delineado cuando decidió llamar a declarar como sospechoso a Boudou.
“Ariel se formó en la Cámara Federal y los camaristas siempre tienen tiempo para revisar el expediente antes de resolver una apelación. Son tipos muy meticulosos. Es distinto en los juzgados donde la instrucción te apura y a veces te obliga a actuar con menos prolijidad”, explicaba días atrás uno de esos amigos que el juez cosechó en su largo paso por los tribunales.
La puntillosidad de Lijo también derivó en un manejo pausado del caso Ciccone. Eso hizo pensar en una cautelosa graduación política de los tiempos. El juez es un hombre de familia política: su padre fue un respetado dirigente peronista de Avellaneda", elogiaba Blanck al juez que finalmente cumplió el sueño de la Oposición.
Ya lo decía El Perro hace dos semanas atrás, también quizás en una columna premonitoria, en Página 12: "La suerte de Amado Boudou está en manos del Poder Judicial; los asuntos políticos corren por cuerda separada".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Dijeron 3 semanas! Clarin miente!
Publicar un comentario