El domingo, el director ejecutivo de la TV Pública, Martín Bonavetti, en entrevista con Página 12, reflexionaba: "Este es un canal suficientemente grande para tener objetivos pequeños.
Hay que disputar liderazgo sin perder de vista objetivos federales. Ya
no basta con hacer un programa de escala pequeña que pretenda narrar el
federalismo; lo que hay que hacer es producir en todas las provincias.
Televisivamente, tendremos que encontrar y comprar formatos que nos
permitan contar una escala de manera atractiva. Tener un canal de esta
dimensión para producir en escala pequeña es como tener un elefante en
el patio de tu casa. La culpa no es del elefante. Animarte a disputar
liderazgo es un paso más de este proceso. Al lado de las tetas y culos
de Sofovich, ¡todos somos Gardel!
El 7 es un canal generalista, en cuya programación hay programas que se
definen por sí mismos y otros por la coexistencia de distintas
propuestas. En términos de entretenimiento, la idea nuestra es pensar en
la incorporación de formatos. Formatos que obviamente traduzcan o
reflejen un espíritu público y que no hagan foco en aspectos de
meritocracias fútiles, como los de la idea de que el más tonto gana".
Por estas horas, se sabe de la salida de Araujo, Apo, Julio Ricardo y Vicente del Fútbol Para Todos. Pero también, que serían incorporados Closs y Vignolo.
Lo que no se entiende es por qué un formato que no necesita de "estrellas" recurriría a ellas en vez de difundir nuevas voces, respetando el mejor espíritu de la ley de Medios, madre del FPT.
Entonces, acá va una propuesta, además del pedido de que relatores y comentaristas de fútbol del país tengan la posibilidad de trabajar en Primera y mostrar sus otras visiones, tonos y acentos.
Así, se podrá disfrutar -quizás- de relatores que bajen el nivel de redundancia en el relato televisivo (recordar que ellos repiten verbalmente lo que los ojos están viendo), que eliminen de su vocabulario los hirientes "lo fulminó", "lo mató", "un partido de vida o muerte", "se juega la vida". Hasta podríamos soñar con que los comentaristas dejen atrás el ya anacrónico modelo de los merecimientos a la hora de hacer un balance de un partido y puedan analizarlo desde otras variables (recordar que se ha llegado a catalogar de moral a este otro resultado diferente al real).
Propuesta: ¿por qué no realizar en la TV Pública, con formato reality, un concurso de relatores y comentaristas del país, que compitan para llegar al Mundial de Brasil?
Que el primer paso, luego de resaltar la búsqueda de nuevas voces en el país, sea el no incorporar a los Closs y Vignolo (que además ya tienen aire por todos lados) para el próximo torneo de la AFA sino relatores y comentaristas no conocidos pero que adhieran al nuevo lenguaje, lejano al violento, estigmatizante y burlón (hasta para con los propios jugadores) que han enarbolado orgullosamente varios de los que hoy Capitanich/Tinelli deciden cesantear.
Hasta se podría pensar en un método rotativo o anclado en lo local: relatores y comentaristas de la ciudad donde se juega el partido. Metodología que podría pensarse también para la selección, que cuando sanamente sale a recorrer el país también sea acompañada por voces nuevas y regionales.
El formato y espíritu del Fútbol Para Todos no necesita de "estrellas". Sí, de nuevos atrevidos, desafío mayor para llegar a los millones que llega, que agradecen el acceso, que se lamentan por aquéllas, que, por años, han sido irrespetuosas y soberbias.
miércoles, 29 de enero de 2014
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