sábado, 30 de junio de 2012

Fontevecchia y Gregorich, desilusionados con Moyano

Fonte: "Moyano fue otro tigre de papel. Otro líder de una corporación que parecía invencible y terminó deshilachándose al confrontar con el Gobierno. ¿Cuál será el atributo tan especial del Gobierno que logra lo que ningún otro se animó, siquiera, a imaginar? En principio, hay ciertas coincidencias en el método de desgaste al que el Gobierno somete a las corporaciones que enfrenta.
Esencialmente, las divide hasta el punto de que sus caciques no resulten una amenaza. Pero no es sólo efecto de la acción del Gobierno: las corporaciones habían acumulado un desprestigio previo a la llegada del kirchnerismo por la suma de muchos errores que las hacían vulnerables frente a la opinión pública. Incluso, dentro de cada una de las corporaciones había cuentas pendientes y rencores hacia el líder que habían crecido a expensas de abusar de su posición dominante frente a sus colegas. En el momento que precisaron de la unión de todos para la defensa corporativa se quedaron parcialmente solos".
Grego: "En medio de infructuosas búsquedas de dólares, de alucinados planes de viviendas, y mientras se van disipando los efectos de la amistosa diatriba de Moyano en Plaza de Mayo, no parece el tiempo de pensar en próximas contiendas electorales. (...) En realidad, la oposición de Moyano, aunque perturbadora, mejora la imagen de la Presidenta. (...) El Gobierno está en condiciones, aun con una caja más escuálida, de superar los conflictos que hoy nos agitan y nos nublan la vista. La amenaza más inquietante, por ahora, es la eventual confluencia de Moyano y Scioli, pero, ¿en qué podría consistir? En la alianza -se dice- de un político débil y un sindicalista impopular".
Entonces, ¿qué propone el consultor radical que ya no milita (según expresa en esta columna)? Que la oposición se una toda (desprendiéndose de "las apretadas camisetas partidarias) bajo una sola consigna: oponerse a la reforma constitucional que el kirchnerismo, tarde o temprano, va a querer acometer.
Como en el 2009, que tan buenos resultados les dio en el Congreso y especialmente en 2011 en las presidenciales, como vimos. Ah, me olvidaba: Gregorich sigue pensando que el kirchnerismo gana  "inaugurando obras que no se terminarán nunca, otorgando planes asistenciales y dando créditos hipotecarios a baja tasa de interés". Y, obvio, por el Fútbol para Todos, propaganda nazi, agrega un abogado.
No-a-pren-den-más.

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