En medio de un clima de algarabía por el crecimiento de los Fernández en el esquivo territorio mediterráneo, un almuerzo organizado por el senador nacional Carlos Caserio, el principal armador de AF en Córdoba, fue la ocasión para escuchar al candidato de la unidad peronista y a Sergio Massa arengar a los eufóricos dirigentes, encabezados por los intendentes de Villa María, Martín Gill, Cruz del Eje, Claudio Farías, y La Calera, Rodrigo Rufeil.
En su discurso, Caserio acusó al ministro de Gobierno, Carlos Massei, de presionar a los intendentes para que no concurran a las reuniones con AF: "Como peronista, me duele que desde el Ministerio de Gobierno de la Provincia se presione a intendentes para que no vengan a estas reuniones. Somos peronistas y apoyamos a un candidato presidencial peronista. No trabajamos en contra de nadie", remarcó el también titular del PJ cordobés.
Días atrás, muchos de esos intendentes recibieron malas noticias: los recortes de Macri, especialmente de partidas coparticipables como el IVA y el Impuesto a las Ganancias, y lo adeudado en materia de obra pública, deberán ser afrontados por ellos en sus localidades, según la directriz que bajó Schiaretti a través de sus funcionarios, entre ellos, el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, que estimó en 500 millones de pesos el ajuste que deberán realizar los jefes comunales en los próximos cuatro meses.
Pero la estrategia oficial sigue fallando. Ya lo hizo con respecto a la suerte de Macri (y de Alberto Fernández) en las Paso; ahora lo hace con esta reunión en el hotel Holiday Inn, que mostró un incremento aún más pronunciado en la cantidad de intendentes con respecto al cónclave anterior, en Villa Carlos Paz. En este marco, resaltó la ausencia de Juan Manuel Llamosas, el intendente de Río Cuarto, la segunda ciudad de la provincia, muy dependiente de Schiaretti para poder ser reelecto el año que viene, y férreamente controlado por Carlos Gutiérrez, la cabeza de la boleta corta del gobernador.
"Quiero contarles que me reuní con el Gringo Schiaretti. Fue una buena charla y recibiré su apoyo si me toca gobernar el país, más allá de que no tengamos un acuerdo electoral en esta campaña. Cuando digo que no necesito el respaldo del gobernador para ganar una elección, es porque yo creo que tengo que ganarme la confianza de los cordobeses", explicó en su discurso Alberto Fernández, que también se reunió ayer con el Grupo de los 6, un influyente armado empresario que integran la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Federación de Comerciantes, la Unión Industrial, la Cámara de Comercio, la Cámara de Comercio Exterior y la Cámara de la Construcción
Mientras tanto, Sergio Massa, conocedor del humor de Schiaretti -que apenas le dio la mano el domingo en la misa por José Manuel de la Sota- y del electorado que el mandatario cree defender, aseveró que "la mejor forma de hacer cordobesismo hoy es votar por Alberto Fernández".
Casi al mismo tiempo, Schiaretti repetía un slogan de la campaña de Macri, en un acto en el barrio General Paz de la capital: "Si los cordobeses seguimos trabajando juntos, pensando en el progreso de nuestra ciudad y de nuestra provincia, vamos a conseguirlo pese a la crisis. Esto es Córdoba y juntos somos imparables".
Gracias a @carloscaserio y a los dirigentes del Partido Justicialista de #Córdoba por recibirnos.— Sergio Massa (@SergioMassa) 16 de septiembre de 2019
Terminó la etapa de los desencuentros y comenzó la etapa donde, junto a @alferdez, construiremos la Argentina del trabajo, la producción y el federalismo.#MayoríaArgentina♥️🇦🇷 pic.twitter.com/DaraLlblFm
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