Ayer se cumplieron 8 años de la muerte impune de la mujer que fue encontrada ahorcada en su casa de un barrio de (im)postura paqueta de Río Cuarto.
La justicia cordobesa está muy cerca de lograr su cometido: que el caso se cierre sin tocar las esferas del verdadero poder cordobés implicado.
A tal punto que el único condenado por este horrendo crimen es un periodista: Hernán Vaca Narvaja, director de la revista El Sur, desde la cual describió esas relaciones de poder íntimo entre la familia Macarrón y los nombres que llegan hasta lo más alto del establishment político y económico de la provincia.
Tanto indagó Vaca Narvaja, hermano del flamante juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja, que el viudo de Nora y sus hijos no consiguieron que la Justicia diera con el asesino de su esposa/madre, pero sí que condenara al periodista y lo obligue a pagarles 300 mil pesos, por supuestamente publicar intimidades de dos menores de edad (los hijos de Nora).
Vaca Narvaja se refirió, en diálogo con FM Horizonte (Alcira Gigena, Córdoba), a esta situación, muestra del estado de la justicia cordobesa: "Es patético que el único condenado sea un periodista. El fiscal Javier Di Santo admitió que la causa está estancada y que no se investiga ninguna hipótesis. La decisión del Poder ha sido dar vuelta la página. Y esto se refleja en que nadie reclama por Nora, víctima de un asesino que todavía está suelto entre nosotros.
Una de las grandes falacias del Poder es que fue un crimen perfecto y que no se pudo saber quién fue el asesino. Corroboraron que el ADN era de Marcelo Macarrón, pero el fiscal decidió no imputar al viudo. Si hubiera otro fiscal que realmente releyera el expediente, con los elementos que hay alcanza y sobra para llevar la causa a juicio.
El ADN fue cotejado por tres laboratorios de alta tecnología. El Ceprocor (Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba) logró determinar que pertenecía a la rama masculina de los Macarrón, por eso se lo imputó a Facundo Macarrón; pero el FBI le puso nombre propio a ese ADN: Marcelo Eduardo Macarrón, y ese ADN está prácticamente en todo el cuerpo de la víctima y la escena del crimen.
Está clarísima la decisión política de no descubrir esta causa. El que vino a Río Cuarto, designado por el gobernador De la Sota, a ponerse al frente de la investigación de la Policía de Córdoba fue nuestro conocido comisario Rafael Sosa, hoy preso y pronto a ir a juicio oral y público por connivencia con el narcotráfico. Sosa fue imputado por recibir dádivas que le daban Macarrón y su abogado Daniel Lacase, a través de pagarle el hotel y la comida de su estadía en Río Cuarto".
Finalmente, Vaca Narvaja, autor del libro "Las cuatro muertes de Nora Dalmasso", recordó que el fiscal Di Santo ya aprobó su examen en el Consejo de la Magistratura. El año que viene será ascendido a camarista.
jueves, 27 de noviembre de 2014
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