lunes, 3 de noviembre de 2014

EE.UU va al voto: sin inversión pública, sin pluralismo político y con campañas terroristas aún en el mundo

El reconocido economista norteamericano Paul Krugman apunta: "Estados Unidos solía ser un país que construía para el futuro. A veces, el gobierno construía directamente: proyectos públicos, desde el canal Erie hasta el sistema carretero interestatal, con lo que proveía la columna vertebral del crecimiento económico.
Algunas veces proporcionaba incentivos al sector privado, como subvenciones para terrenos a fin de estimular la construcción de ferrocarriles. De cualquier forma, había un amplio apoyo al gasto que nos haría más ricos.
Sin embargo, hoy en día simplemente no invertimos, aun cuando la necesidad es evidente y la oportunidad no podría ser mejor.
Han pasado más de siete años desde que reventó la burbuja inmobiliaria y desde entonces, Estados Unidos ha estado atiborrado de ahorros -o, más precisamente, de ahorros deseados-, sin ninguna parte a donde ir.
Los créditos para comprar casas se han recuperado, pero siguen siendo pocos. Las corporaciones están obteniendo grandes ganancias, pero son renuentes a invertir de cara a una débil demanda de los consumidores, así es que acumulan dinero o vuelven a adquirir sus propias acciones.
Los bancos retienen un excedente de casi 2,7 billones en reservas, fondos que podrían prestar, pero que en cambio deciden dejar ociosos.
La discordancia entre el ahorro deseado y la voluntad para invertir ha mantenido deprimida a la economía. Hay una respuesta política obvia a esta situación: la inversión pública. Tenemos enormes necesidades de infraestructura, en especial de agua y transporte, y el gobierno federal puede conseguir préstamos increíblemente baratos; de hecho, las tasas de interés de los bonos protegidos de la inflación han sido negativas gran parte del tiempo (actualmente son de solo 0,4 por ciento)".
El periodista Davod Brooks denuncia: "En el país que afirma ser el modelo democrático para el mundo hay enormes esfuerzos para intentar frenar, intimidar y anular los votos de ciertos sectores.
Desde las elecciones nacionales de 2010 se ha multiplicado el esfuerzo del Partido Republicano para imponer obstáculos al sufragio efectivo de sectores minoritarios y jóvenes, con la justificación de que sólo son medidas para combatir el fraude.
En 2011 y 2012 por lo menos 180 nuevas restricciones al ejercicio del voto fueron promovidas en 41 de los 50 estados, y de éstas 27 medidas fueron aprobadas en 19 estados, informa la revista The Nation.
Por otro lado, un fallo de la Suprema Corte anulando algunas cláusulas de la Ley de Derechos del Voto permitió que por vez primera desde los años 60 un amplio número de estados, casi todos sureños, que tenían una historia de supresión del sufragio –o sea, una ley producto del gran movimiento de derechos civiles– ya no tenían que pedir autorización al gobierno federal para promover e implementar cambios a sus reglas sobre procesos electorales.
Con ello, los estados de Texas y Carolina del Norte de inmediato instrumentaron normas anteriormente consideradas discriminatorias. Otros, como Ohio y Wisconsin, impusieron nuevos límites sobre sus periodos para el voto. Todas esas medidas tuvieron un efecto directo sobre el sufragio de las comunidades más pobres, sobre todo las afroestadunidenses y latinas.
Pero eso no es todo. En una amplia investigación periodística de Al Jazeera America se establece que funcionarios en 27 estados lanzaron un programa que podría llegar a purgar a millones del padrón electoral –en su mayoría afroestadunidenses, latinos y asiático-americanos– y el plan ya ha logrado expulsar a decenas de miles del padrón.
Otra forma de distorsionar y manipular la expresión popular en el sufragio es a través de la vieja práctica de redibujar distritos electorales para reducir o marginar el poder electoral potencial de comunidades minoritarias, pobres o que suelen votar de manera más liberal (izquierda).
El prestigioso lingüista Noam Chomsky acusa: "EE.UU es el mayor Estado terrorista del mundo y se enorgullece de serlo.
Chomsky acusó a Estados Unidos de, con sus acciones, propagar el yihadismo de un rincón de Afganistán a gran parte del planeta, y destacó el ejemplo de la célula Estado Islámico (EI). Citando a especialistas de Medio Oriente, el escritor y referente de la izquierda estadounidense aseguró que las intervenciones destructivas de Estados Unidos en esa región del planeta, la invasión de Irak y la campaña de asesinatos de Obama con drones (aviones no tripulados) fueron las principales causas del nacimiento del EI".

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