Martín Caparrós: "Esta tendencia a discutir sobre los gestos de Cristina me parece que es
como algo que ya pasó. No es más que repetitivo. Hay que encontrar otros
ángulos. Temas de
fondo y no ponerse a insistir con la chicana de lo fácil, mirá lo que
dijo, le mandó una carta a Darín, qué cholula.
Ver si es cierto que
el nivel de desigualdad económica se incrementó en la Argentina en el
último año; cómo hacer realmente para integrar a esos 5 millones de
personas que están en el margen. Eso es mucho más grave que si la señora
dice un exabrupto en un discurso por la fragata".
Luis Alberto Romero: "Para quienes tenemos una mirada crítica sobre el gobierno de los Kirchner, unos días de relativo silencio presidencial -sólo turbado por los tuits- nos han ayudado a percibir hasta qué punto nuestra reflexión está cotidianamente centrada en sus actos y en sus dichos. Amanecemos con la Presidenta, que está en los titulares de los diarios y los programas
periodísticos de la radio. De ahí en más, consagramos nuestros esfuerzos
a desmentir el "relato" y denunciar el "vamos por todo". Absorbidos por
los estallidos luminosos y sonoros de cada día, nos olvidamos de
nuestra tarea principal: ofrecer una alternativa.
Muchos nos hemos dedicado en estos años a polemizar con el
kirchnerismo. Sin duda, fue necesario cuestionar un relato vigoroso, que
hablaba a las pasiones más escondidas de los argentinos. También fue
necesario confrontar con un aparato de difusión poderoso y eficiente.
Había que mostrar, caso por caso, la discrepancia entre lo dicho y lo
hecho; las intenciones de los dichos y los problemas reales de lo hecho.
Quizá lo más importante ya está logrado. La realidad
confronta al relato de modo cada vez más elocuente. La inflación
-aceptada hasta en el discurso presidencial-, la tragedia ferroviaria de
Once, el déficit energético, todo prueba que, más allá del relato, hubo
una gestión gubernamental muy mala y muy corrupta, aunque la Justicia
no lo haya probado. Una buena parte de la opinión que acompañó a la
Presidenta en 2011 parece dispuesta a probar con otra alternativa. En
cuanto al núcleo duro del kirchnerismo, mi impresión es que no hay
argumento que conmueva una convicción amasada, en proporciones diversas,
con pasión y con interés.
Tenemos que concentrarnos en nuestra agenda. Y para eso tenemos que
pensar un poco menos en los dichos y hechos de nuestra presidenta.
Quizás hasta haya que resignarse a dejar pasar alguna provocación, a no
dar lecciones cada vez que se equivoca grueso. No debemos descender al
terreno que nos propone".
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1 comentarios:
me pregunto, ya que no lo pone, cual serà la alternativa a probar segùn Romero..? y su mirada crìtica?
cuando habla de nuestra agenda.. a quièn se dirige, a quièn hace referencia? que guarda en su agenda que no puede explicitar? muchas preguntas que Romero no responde, fiel a su tesis històrica.
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