Clarín, La Nación y Macri, un solo corazón

¿Ya es evidente, no? Ya no basta con no hacer un informe ni gráfico, ni televisivo ni radial en el tándem hablando de caos de tránsito por la pista de TC2000 en pleno centro porteño (que, como bien nos recuerda el amigo AntiKK(Antikingkong), adivinen de quién es). Menos que menos, hablar de su procesamiento por escuchas ilegales. Siempre es necesario más, para ver si el chico llega al 2015 y cuando tenga que dicidirse a competir por la Presidencia no flaquee como el año pasado.
Así, hay que recordar que Cristina sigue siendo violenta a pesar de que ayer haya sido la que haya propuesto un plan, como para evitar que a alguien se le ocurra pensar que por fin el gobierno se muestra dialoguista en vez de querer imponer y embestir y atacar y todos esos verbos de uso exclusivo en contra de los K.
Si Mauricio critica al radicalismo por haber leido el Acta Acuerdo donde dice en su primer artículo que él se comprometía a tomar los subtes y votan en consonancia, Clarín también los critica y los aprieta y desempolva la palabra "polémica". Y La Nación los muestra "al borde de la ruptura".
Si los concejales del PRO hacen una maniobra para engañar a sus pares y poder imponer su número, Clarín habla de "picardía parlamentaria". Uno sabe muy bien qué otros términos habría utilizado si se trataba del FpV.
Por supuesto que no es parte del manual proPRO afirmar que el Concejo Deliberante porteño es una escribanía de Macri, o que sus representantes tienen brazo de yeso. No, eso nunca.
Luego, en La Nación, Laborda escribirá una columna de "opinión" (bah, casi una editorial) donde la mayoría de los párrafos es favorable a la posición amarilla y se anima a blanquear, como Mauricio, que el rechazo es en verdad por miedo a que le suceda otra tragedia de Once. En este caso, está prohibido hablar de "especulación política".
Aunque se permiten exageraciones, como las del golpeador de puertas Mariano Obarrio, que vio al discurso de CFK como "duro" y de esta forma borrar cualquier indicio de que la primera mandataria haya adoptado una posición más flexibe que permitiera el diálogo tan declamado por el macrismo. Bah, ese diálogo ya se dio a principio de año y tuvo como consecuencia el Acta Acuerdo que Mauricio se atevió a incumplir. En esta tarea de cambiar la cosa, Obarrio hasta se atreve a justificar por qué los usuarios que no viven en barrios cerrados de todo el país todavía no recibieron su boleta de luz con el 400% de aumento que los diarios prometieron desde fines del año pasado. Y ya llegó marzo...
Mientras, Mauricio homenajea a Frondizi (el a imitar, según Pagni) junto al Milico Aguad y al... bue, junto a Amadeo. Y habla de la CABA como si fuera una provincia. Quizás sea expresión de sus deseos de ser más de lo que realmente es, tarea de la cual se encargan diariamente Clarín y La Nación. Hasta ahora, sobran las crónicas para la puesta en escena. Aunque se filtren otras, no queridas por el hijo de Franco: "La decisión lo aísla del sistema político, lo enfrenta con el interior del país y mutila una oportunidad de mostrar capacidad de gestión en un tema sensible".