sábado, 24 de marzo de 2012

De Amado a Florencio y vuelta

"Amado Boudou, semanas atrás, comprobó en carne propia por dónde viene la “profundización del modelo”. Fue cuando le presentó a la Presidenta un plan para que la Argentina volviera a financiarse en los mercados. El monto oscilaba entre 15 mil y 20 mil millones de dólares, una cifra que puede parecer optimista si se toma en cuenta la aversión a tomar riesgo argentino por parte de los inversores internacionales. Cristina vetó la propuesta de su vicepresidente. Con el asesoramiento del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, prefirió avanzar por un camino heterodoxo: la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. El set de medidas oficiales que la Casa Rosada desplegará se enfoca en distintas direcciones. Lo central es que el escenario económico argentino va sin dudas hacia una mayor regulación del Estado.
En ese paquete, la jefa de Estado no sólo se opuso a la vuelta a los mercados. También quitó de la agenda la chance de una devaluación abrupta.
Desechado el programa de endeudamiento de Boudou –a quien Moreno llama sin eufemismos como “el presidente del club de la deuda”–, la Presidenta y un grupo muy reducido de funcionarios, entre los que figura el propio secretario de Comercio, el vice de Economía, Axel Kicillof, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, bosquejaron un plan para sostener la economía. El caso YPF aparece como el inicio de un proceso en el cual el Estado tendrá un protagonismo decisivo en la economía, muy superior al que tuvo hasta ahora. El Banco Central tendrá, en este sentido, un rol decisivo". (Fuente)
"El mediático Florencio Randazzo ahora casi no se muestra y su última aparición pública revela que su situación en el Gobierno no es la mejor: debió desmentir que fue quien filtró la información sobre el caso Ciccone, como sospechaba la primera línea del gobierno. Su cercanía histórica con Boldt y su enfrentamiento con Amado Boudou le dieron crédito a esa versión.
La aclaración cristalizó el mal momento que atraviesa el ministro del Interior, casi sin funciones, excluído de las decisiones políticas -naturales en su cargo- y casi sin diálogo con la Presidenta. En el gobierno, la mayoría de los funcionarios de alto rango dan por descontada su salida, aunque nadie se arriesga a precisar cuándo ocurrirá ni los motivos de su expulsión del paraíso kirchnerista.
“Lo quieren enredar en su propia telaraña”, graficó un dirigente bonaerense que conoce y frecuenta al ministro desde hace años. Su telaraña es su relación con el negocio del juego y en particular con la firma Boldt, que tenía la operación de la planta de Ciccone hasta que el misterioso fondo The Old Fund que dirige Alejandro Vanderbroele, supuesto testaferro de Boudou, logró arrebatárselas con notoras ayudas de Boudou y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, entre otros funcionarios que hoy lamentan haberse metido en ese negocio.
El quiebre en la posición de Randazzo en el gabienete, se produjo cuando Clarín publicó una nota que reveló que Ciccone manejada por Vanderbroele imprimió las boletas de la candidatura presidencial de CRistina para las primarias. En el Gobierno creen que Randazzo fue quien filtró ese dato". (Fuente)

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