sábado, 24 de marzo de 2012

Argentina: 36 años

Horowicz: "Alejandro Agustín Lanusse, en un libro que se llama Confesiones de un general, plantea que la conformación de grupos de tareas destruyó la cadena de mandos y descompuso a las Fuerzas Armadas. Eso ya estaba explícito en el hecho de dar cumplimiento a las órdenes inconstitucionales de Isabel Martínez de Perón e Ítalo Argentino Luder. Videla, en una entrevista reciente, no dice más que la verdad: las órdenes impartidas eran ésas. Es decir, no fue un simple golpe militar. Fue un golpe cívico-militar, de amplia coalición política y social. El conjunto de los partidos del arco parlamentario lo sostuvo. Por eso, cuando Raúl Alfonsín da la orden a la Conadep de investigar lo sucedido, fija como fecha límite el 24 de marzo de 1976, para que quede muy claro que lo anterior es “democrático”. Democrático, de ninguna manera. La posibilidad de una intervención militar a una provincia no puede hacerse sin la decisión del Congreso. Por eso el Operativo Independencia, en Tucumán, es inconstitucional e ilegal. Sin embargo, en el juicio a las Juntas se lo dejó de lado. Se quiso negar y no reconocer que esas órdenes fueron impartidas, que la responsabilidad política existió y no es sólo de las Fuerzas Armadas. Es también del bloque de clases dominantes y su sistema de partidos. Hubo víctimas y victimarios, y beneficiarios de la política de destrucción que construyó esa dictadura. 
La sociedad argentina, en su infinita actitud de fuga hacia ninguna parte, suele esquivar el hecho de que el golpe contó con un respaldo absolutamente mayoritario. Alfonsín podía aplaudir el golpe de Estado desde la revista Propuesta y control e integrar la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos sin ninguna clase de conflictos. Esto nos dice, además, qué era lo que pensaban aquéllos que estaban a favor de defender el estado de derecho, aunque eso no significase gran cosa, porque ya no se respetaba desde, por lo menos, febrero de 1975. En esas condiciones queda claro que la subjetividad de cada uno es parte del terreno de la disputa. Es más, hay una regla de las Ciencias Sociales que dice que “nada de lo que la compacta mayoría no desee, sucede”. Esto se puede probar empíricamente. Acá “sucedió” porque la compacta mayoría estaba de acuerdo y deseaba que sucediera. Leyendo las cartas de lectores de los diarios en aquellos días, por ejemplo, queda absolutamente claro que la sociedad argentina sabía todo. Está registrado como si fuesen esquirlas discursivas.
(Este cimoirtamiento) se da por la enorme dificultad para percibir la realidad. Es una mayoría que alucina. Se dio de manera parecida en el conflicto campero, salvando las distancias. Que un señor que tiene diez millones de dólares en la Pampa Húmeda defienda la eliminación de las retenciones, me parece razonable. Ahora, que un señor que no tiene ni una maceta razone igual me parece un despropósito... Pero esto no es eterno, como se está viendo. Cuando alguien está derrotado, su propia experiencia no es fuente de conocimiento legítimo, porque no confía en ella, ni le resulta generalizable. Ahora, cuando se restablece la relación entre los delitos y las penas, entre las palabras y las cosas en la estructura de significación lingüística que hace posible la diferencia y, por lo tanto, la política, se recupera la aptitud para volver a contarse cada uno su propio relato. Y, sobre todo, para detectar los relatos que no encajan con esa experiencia que vive y así darse cuenta de que le están haciendo trampas. Ese debate es posible hoy; no lo era hasta muy poco".
Repiso: "El asalto a las instituciones fue ejecutado por los militares, que pasaron a gobernar por espacio de siete años. Contaron con la anuencia de un sector importante de la población, que resultó así funcional a los intereses militares. Pero también hubo cierto sector de la prensa que se acomodó a las circunstancias y corrió presuroso a aceitar contactos y alianzas. Esta extensa franja de los medios escritos, muchos de ellos con masiva llegada al público, se beneficiaron mediante la difusión de la propaganda del régimen, ya sea como bajada de línea directa del gobierno o bien como publicidad que provenía de empresas y organismos estatales.
Nadie puede escaparles a los archivos. Una reciente investigación consistió en indagar en añejas hemerotecas, armarse de paciencia y recuerdos. El resultado es una serie de avisos pagos que sirven como muestra y que jamás hubieran sido publicados sin una coincidencia ideológica, como lo demuestran las notas que publicaban esos mismos medios. En la actualidad, algunas de esas publicaciones gozan de buena salud y continúan su camino sin haber ejercido ni ensayado una autocrítica. Dos diarios, La Nación y Clarín, y la revista La Semana, de Editorial Perfil, fueron tres que engrosaron sus cuentas en concepto de pauta durante los siete años en los que gobernó la junta militar. La revista de Perfil se llamaba en realidad Noticias de la Semana, y fue la antecesora de la actual Noticias, de la misma editorial".
"La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus aliados “estratégicos” de agrupaciones conformadas por familiares de los desaparecidos, además de veteranos de las organizaciones terroristas, sus descendientes y quienes quieren participar emotivamente en “la lucha” de un período que, mal que les pese a los nostálgicos, ya se ha ido, no quieren que el país lo deje atrás. En el caso de algunos, el motivo es personal: el golpe del 24 de marzo de 1976 los marcó para siempre; en el de muchos otros, es político: entienden que, manipulada con astucia, “la memoria” puede serles muy útil.
En Europa, a 36 años del estallido de la Segunda Guerra Mundial, una catástrofe un tanto mayor que la supuesta aquí por el Proceso militar, “la memoria” no ocupaba un lugar demasiado grande en la agenda política de los países democráticos. Ya tenían otras prioridades. Si bien continuaban produciéndose juicios a criminales de guerra notorios, había un consenso de que sería mejor dedicarse a curar las heridas y minimizar la importancia de las diferencias que una generación antes habían provocado lo que aún es el conflicto más mortífero de la historia de nuestro género. En cambio, en la mitad oriental del Viejo Continente, la regida por totalitarios comunistas, los gobiernos, sobre todo el de la “zona soviética” de la Alemania dividida, sí se aferraban al pasado por entender que servía para legitimarlos. Aunque el “peligro nazi” apenas existía y, de todos modos, ellos mismos tenían mucho más en común con los nazis que sus adversarios democráticos, se esforzaban por convencer a sus compatriotas de que la guerra contra el mal nazifascista, supuestamente encarnado por los relativamente inocuos gobernantes occidentales, distaba de haber terminado, que era necesario no bajar la guardia nunca porque el enemigo estaba al acecho.
Hasta mayo del 2003, la clase dirigente argentina pareció decidida a enfrentar el pasado como había hecho, en circunstancias incomparablemente más terribles, sus equivalentes de Europa occidental. Intentaba aislarlo anímicamente, sin olvidarlo por completo pero así y todo tratándolo como una etapa ya concluida. A partir de la llegada al poder de los Kirchner, empero, la política oficial se ha asemejado bastante a la de la Europa oriental comunista. Néstor Kirchner y, con más empeño todavía, Cristina, optaron por reanudar la guerra propagandística contra los que tuvieron algo que ver con el Proceso o que, en su opinión por lo menos, estaban vinculados de alguna que otra manera con corrientes que en su momento habían apoyado al régimen militar.
No les resultó fácil: puesto que muy pocos soñaban con reivindicar el Proceso en público, tuvieron que distorsionar la realidad para incorporar a las huestes del mal a personajes siniestros como aquellos chacareros “oligárquicos”, los “generales mediáticos” liderados por el CEO de Clarín, el ex amigo Héctor Magnetto, y otros productos de la febril imaginación oficialista. También tuvieron que amnistiar a algunos funcionarios de su propio gobierno. Con todo, a juzgar por sus afirmaciones recientes, parecería que Cristina, lo mismo que los jerarcas comunistas del este europeo, da por descontado que quienes se atreven a criticarla son forzosamente “nazis”".
Perfil hoy
"Coquetería. Hace 36 años yo tenía 20. La foto muestra que no correspondo a la generación de quienes me acompañan en la tapa de la revista Veintitrés. Agradezco igual que coloquen a Editorial Perfil al nivel de importancia de Clarín y La Nación, pero la editorial de revistas que por entonces ocupaba esa posición era Editorial Atlántida. El 24 de marzo de 1976 Editorial Perfil ni siquiera había sido fundada. Tampoco la revista La Semana cuya influencia inicial, además, fue equivalente a la de una publicación amateur (comenzamos sin teléfono). Recién tres años después, en 1979, cuando estuve desaparecido en El Olimpo (algo que la revista Veintitrés prefiere recordar como “secuestro”) había comenzado a tener una circulación mediana.
En síntesis, no soy tan viejo".
TUC0PAZ
ejerciendo un poco de "memoria, verdad y justicia", si no fuera por el Gral. Videla hoy serìa jefe de gabinete FIRMENICH, DANTE GULLO, O KUNKEL.
ESPANTADO
30 años después, con los militares de aquella época muertos o en retiro, es fácil hacerse el campeón de los derechos humanos, y darle plata a las Madrecitas que a su vez pusieron plata para la campaña de Kristina. Raúl Alfonsín -DURANTE LA DICTADURA- fue miembro de la Asamblea Permanente por los D.H., o sea: vivía arriesgándose- y en su presidencia hizo lo que pudo, jaqueado por varios militares que todavía estaban en actividad. TAMBIEN hay que decir que los derechos humanos (el primero de ellos: a la vida) habían sido vulnerados largo tiempo en los "maravillosos" años '70 por grupos terroristas, pero de sus víctimas y sus horrores, no se habla, parece que no es "politicamente correcto"...
abisinia
Es un uso político de los DDHH y la Memoria (parcial), son OPERACIONES DISTRACTIVAS.
Rendir homenaje a un funcionario o tribunal que administra justicia ? nunca lo escuché, parece más un uso político, como todo en este gobierno que es teatro y careteo, que un acto sincero de reconocimiento. Los magistrados judiciales cumplieron con su deber, no es necesario festejarlo especialmente en un acto público. Aunque tengo una gran duda. Fueron realmente justos, al juzgar sólo a un bando de la guerra ? o ha sido una justicia tuerta, intencionadamente tendenciosa y malintencionada y no una auténtica convicción? Dios y la Historia los juzgarán.
Gumani
Llamar Memoria a esta farsa , escondiendo a la Memoria de las víctimas de ERP y Montoneros, da vergüenza ajena.
TacitoImplicito
El día de la memoria selectiva.
VivaRoca
CONSULTA AL FORO: Alguien recuerda si en los años de plomo, la Sra presidenta y/o "EL" presento algun Habeas Corpus, o algo en favor de algun detenido o desaparecido..??
raulcima
Según la información que existe, mucha proporcionada por el medio local "OPI Sta.Cruz" el matrimonio KK se disparó a Sta. Cruz a sacarle jugo a su oficio de "ave negra" y aprovecharse de la 1050 para hacer sus primeras fortunas, y existen fotos con militares con quienes compartían momentos. Pero de decir algo no se sabe nunca que hayan dicho nada ni por los desaparecidos y torturas ni contra los militares.
Krieger_41
¿Cuanto hace que Schoklender habló en el día de la Memoria (amputada) un 24 de marzo? ¿Se acuerdan?Hoy lo tenemos a Boudou (alias Ciccone) rindiendole homenaje al tribunal que juzgó a los militares. ¡Que coincidencia! ¡Schoklender y Boudou! aquí tienen dos nombres para ponerle a las calles, a las avenidas, a los torneos de fútbol, a los jardines de infantes, a las villas. ¡Dos patriotas!
Luis18
Ya que se celebra el día de la Memoria...en honor a tal adjetivo, deberíamos tener en cuenta que cuando fué el golpe militar, muchos...muchos...muchos...DIGIMOS!! : POR FÍN!!!!!!!!!!!!!!!!
mezcal150
Es absolutamente verdad, pero nadie esperaba lo que vino.- Cuando Videla dice teníamos licencia para matar, retuerce el concepto en forma repugnante.- Alemanía e Italia combatieron la insurgencia con la ley en la mano, aca aplicarón la doctrina francesa y así les fue, ganaron una batalla, pero perdieron la guerra.-
mpnasoc
Completo mi resumen del mensaje nº 300 con recuento general del terrorismo, la mayoría ejecutado antes de 1976, y que si se termina con tanta farsa, debe anotarse y recordarse. y entre muchas cuestiones retirar del museo de la memoria, los terroristas perejiles que fueron ejecutados y asesinados, por los altos bonetes, que hoy bastardean lo que ya no queda de gobierno, NI ESTADO, NI REPUBLICA.
raulcima
¿A tantas muertes y torturas de inocentes llevaron a muchos por seguir su verso idealista los que "casualmente" quedaron vivos y hoy están en el gobierno, para alcanzar esta dictadura política autoritaria, corrupta y antidemocrática que reproduce el mismo orden social o sistema de vida que decían combatir?
Gumani
¿ Por qué no llamán del Congreso s a la viuda del Capitan Viola para que les cuente como el ERP mató a su hijita de 3 años y dejó gravemente herida a la otra hija de 5 años. También pueden comunicarse con la Asociación de Víctimas del Terrorismo para que los conecten con cientos de víctimas del terrorismo de ERP y Montoneros, para escuchar sus relatos ( si los K y Bonafini los dejan) ?
taciturno
La historia ahora la escriben los que ganan, tendremos que acostumbrarnos a ver siempre un solo lado. Cuánta razón tenía Ernesto Sábato en la teoría de los dos demonios, lástima que cuando ya estaba muy enfermo se dejó cambiar el prólogo a su libro dándole importancia a un solo demonio, el de los militares!
breslau
Según las denuncias efectuadas en distintos organismos de derechos humanos, las cifras oscilaron entre 2250 y 3800 aproximadamente. Puedo citar las fuentes. Los que hablan 30.000 desaparecidos que citen fuentes acerca de donde sacaron esa cifra. Y por otro lado, no me interesa si eran sacerdotes o embarazadas.... eran asesinos mal paridos que sesgaron la vida de miles y miles de argentinos.

0 comentarios:

Publicar un comentario