martes, 3 de marzo de 2020

HILO: ¿Algunas provincias no puden subirle el sueldo a los docentes?

"¿Qué tan cierto es que algunas provincias no pueden afrontar aumentos a los docentes? En algunos casos es así. En otros, no podríamos estar tan seguros. Pagar bajos salarios no se debe sólo a no tener los recursos. A veces, es reflejo de otras prioridades.
Quizás el Estado nacional salga a socorrer a esas provincias. Pero los docentes no deben ser presa de las desacertadas decisiones o el desinterés de sus gobernantes. Esto viene siendo de este modo desde hace lustros y atraviesa gestiones de todo tipo.
¿El resultado hasta ahora? Menos ingresos de los que podrían tener para todo el mundo. Sí, aunque no lo crean. ¿Por qué? Porque en Argentina no (sólo) hay que ver si una provincia es rica o no para sostener sus aparatos estatales. Hay que mirar los recursos fiscales de los que dispone para mantenerlos.
Veamos esto con un ejemplo:
Sea A que tiene un PBI (Producto Bruto Interno) per capita de $5.000 y B uno de $2.500.
El sentido común indicaría que A puede pagar más que B.
Y así se suele ver la cuestión a primera vista.
Pero el sector público provincial no se financia con el PBI per cápita. La Coparticipación de Impuestos es la principal fuente de recursos de buena parte de las provincias.
Este sistema es redistributivo. Es decir, asigna más recursos a las más pobres, como las B del ejemplo.
Por eso hay que mirar los ingresos fiscales (corrientes).
Así, podría suceder que del conjunto de recursos impositivos propios y nacionales la provincia A tenga $1.400 por habitante y B tenga $1.500.
La jurisdicción A ahora tiene menos que B pues el modo de repartir favorece a las menos ricas.
Ahora supongamos que el gasto por alumno de A es superior al de B. Esto podría ser por mayores salarios, más inversión en infraestructura, menos alumnos, etc. En B sucede al revés.
Ahora resta relacionar el gasto por alumno con los ingresos de cada provincia.
Resultado: en A esa relación es más alta que en B; su compromiso es mayor.
¿Por qué?
Pensemos una persona que gana mucho y compra un Cadillac, y otra que gana menos y adquiere un Fitito. Según los ingresos de cada una, el esfuerzo que hace la segunda es mayor que la primera. Si una provincia tiene más dinero que otra y las dos gastan lo mismo por alumno, el esfuerzo de la segunda es mayor que el de la primera. Eso es lo que ocurre en varias provincias argentinas. Algunas generan menos riqueza, pero tienen más recursos fiscales.
Entre las que menos se esforzaban en 2017 (último año disponible) están Santiago del Estero, Formosa, San Juan, Catamarca y La Rioja. Pero hay más. Frente al pedido de auxilio, el análisis correcto sería ver su inversión educativa en función de los recursos disponibles.
De verificarse el menor esfuerzo, y para no perjudicar a los docentes, un curso de acción podría ser asistirlas, pero con el compromiso que aumenten gradualmente el gasto sectorial. Esto permitiría liberar los recursos destinados a la compensación de los bajos salarios.
Así se dispondría más dinero para todos los docentes:
a) Los de las provincias que no fueron auxiliadas,
b) Los de las que menos invertían y ahora se vieron obligadas a hacerlo y,
c) Los de las que hacen gran esfuerzo, pero aun así los salarios que pagan son menores.
De continuarse como hasta ahora, como siempre, habrá menos inversión educativa de la que podría haber. Y lo único igualitario serán los más bajos ingresos sin distinción: para los docentes de provincias ricas, pobres o indiferentes (que también las hay)".
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