martes, 17 de marzo de 2020

El coronavirus en Estados Unidos: cruje el débil sistema de salud y se dispara la venta de armas

En Estados Unidos, más de 25 millones de personas no tienen seguro médico. Amanda (nombre ficticio) es una de ellas. La joven vive en Texas y trabaja en un almacén de una compañía de colchones. Ella contó al canal alemán Deutsche Welle (DW) que sólo puede faltar tres días a su trabajo por enfermedad, uno de esos días, sin remuneración. "Es triste, pero mi situación ya no me sorprende. Ya tuve otros trabajos con condiciones precarias. No puedo ir al médico. Tampoco puedo quedarme en casa", explicó.
Mientras tanto, las tiendas de armas de fuego en Estados Unidos están recibiendo a más clientes de lo habitual debido a los temores por el coronavirus, según informó el portal mexicano Excelsior. Después de vaciar los anaqueles de los supermercados debido al pánico por la pandemia, ahora los estadounidenses están llegando desesperados a las tiendas de armas y municiones.
En el país del norte, una visita al médico puede costar alrededor de 165 dólares o más. Sheldon Riddle, quien vive en Ohio y trabaja en un Callcenter, no logra juntar ese dinero desde hace más de diez años. Su empleador no le paga el subsidio por enfermedad y solo permite ausencias con un certificado médico.
De tanto trabajar, Riddle se enfermó gravemente, pero una cirugía le salvo la vida, aunque su corazón quedó permanentemente dañado. Algo alarmante en tiempos del coronavirus. "Para obtener el certificado médico habría tenido que pagar mucho dinero, así que solía aguantar. No tenía seguro médico. Actualmente, como sólo una comida al día porque tengo miedo de ir al supermercado. Mi sistema inmunológico no es muy fuerte", afirmó.
La información incompleta de los organismos oficiales acerca del COVID-19 está causando pánico, incertidumbre y compras excesivas en el país. Una enfermera, que trabaja en el estado de Oregon y que quiere permanecer en el anonimato, dijo a DW que los primeros exámenes del coronavirus llegaron recién la semana pasada a su centro médico. "Fue una locura. A lo largo del día, la clínica reforzó sus protocolos de seguridad. Fue realmente intenso", declaró la enfermera.
En Oregon, donde el número infectados no es muy alto, muchos residentes se preguntan si este número bajo de contagios se debe a que pocas personas se han hecho el examen. Mientras que Corea del Sur hace 10.000 exámenes al día, en todo Estados Unidos se registraron menos de 15.000 la semana pasada.
Así como muchas ciudades de EE.UU., las autoridades de la localidad de Eugene están preocupadas por la gente que no tiene hogar. Eugene tiene más personas en situación de calle que Los Ángeles o Nueva York. Las personas sin casa no pueden lavarse las manos regularmente, voluntariamente entrar en cuarentena o visitar a un médico.
El único punto de ayuda local para las personas que no tienen dinero o seguro médico es un bus convertido en una oficina, que se mueve por la ciudad: Occupy Medical. Wesley Force, su subdirector, afirmó que: "En promedio, tratamos de 20 a 30 pacientes por semana". Pero cualquiera que muestre síntomas de COVID-19 no puede ser ayudado aquí. Dice que no hay pruebas ni opciones de tratamiento.
Los que reciben a muchos estadounidenses preocupados son también los negocios donde se venden armas y municiones, cuyas ventas han experimentado importantes subas en estos días. Los propietarios de estos comercios dijeron que el frenesí se debe a clientes preocupados por que las personas se vuelvan tan desesperadas e impredecibles que creen que necesitan protegerse ellos mismos.
La armería más grande del mundo, en Atlanta, tenía filas de seis y ocho personas; otra en Los Ángeles tenía una fila que abarcaba toda la calle y, por lo menos una tienda en Idaho impuso límites de venta.
"Ha sido una locura", dijo Jay Wallace, propietario de Adventure Outdoors en Smyrna, Georgia, y agregó que la venta de municiones se ha quintuplicado. Las ventas subieron en cuestión de días, según expertos de la industria. Algunas fueron hechas por personas que compraban su primer arma.
Otros ya las poseían y aumentaban su abasto de municiones después de ver supermercados mermados, escuelas cerradas y grandes eventos cancelados, incluida la reunión anual de la National Rifle Association (NRA).
Lo que posiblemente también aumente las ventas son las preocupaciones de que los funcionarios electos podrían intentar restringir el acceso a las armas.
Datos específicos sobre el aumento de ventas no estarán disponibles hasta el próximo mes, pero este año las revisiones de antecedentes delictivos aumentaron considerablemente comparado con el año pasado. Según datos del FBI, poco más de 5.5 millones de revisiones se realizaron en enero y febrero.
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