Quejoso, Francisco Olivera escribía ayer en La Nación: "Militantes macristas, desde la campaña, vienen recomendando y regalando a sus contactos un libro de Eckhart Tolle con título sugestivo: "El poder del ahora". Hasta la bajada de tapa de ese ensayo parece una ironía sobre lo único que, por ahora, están en condiciones de ofrecerle al ansioso hombre de negocios: "Un camino hacia la realización espiritual"".
El choque entre el zen macrista y las urgencias de los integrantes de su casta que no sacia sus ganas de recibir más beneficios parece el trasfondo sobre el que se erige la figura de Tolle, un alemán que escribe sobre autoauyuda, meditación y realización, los vertederos desde los cuales se quiere nutrir el relato oficialista: cubrir con un manto zen la dura realidad económica de millones de personas, que sólo deben esperar el Cambio, que muy pronto llegará.
"El poder del ahora explica técnicas y maneras de darse cuenta que muchas veces la cabeza nos tiene anclados en el pasado o preocupados por lo que viene y no estamos en el presente", reflexionó la escritora argentina Flavia Pittella, en el sitio web Infobae, una de las usinas del relato macrista-radical-carriotista.
A partir de la lectura del libro de cabecera de la militancia amarilla, el sitio de Daniel Hadad asegura que uno puede "alcanzar la iluminación y mitigar el dolor, el sufrimiento y la ansiedad que el tipo de vida actual produce en las personas. La solución según este autor pasa por comprender que son los propios pensamientos los que nos causan la infelicidad, que el dolor lo crea cada uno y que el ser humano es mucho más que su mente".
La actriz Betiana Blum es una de las que se ha entregado al devenir del presente: "Hay una realidad que es la cotidiana, regida por horarios, roles, lo exterior. Si uno se cree esa realidad y se queda con eso, nada en contra: va a tener eso. El tema es ver aparte de la mente (es el gran tema porque uno le cree a la mente). La mente es una creación, se dice que es nuestra personalidad, decimos ‘yo soy así’. Eso es peligroso porque no tenemos flexibilidad y no se puede evolucionar. La mente tiene como únicas posibilidades: sí, no; me gusta, no me gusta. Podés vivir ahí si querés, y si te cansás, porque es agotador (ahí viene el estrés), te serenás y ves que hay un observador que no está adentro del tiempo, y que es lo que vos sos".
Blum practica viajes a su interior desde hace 25 años y cita el libro de Tolle en esta entrevista con el diario La Voz del Interior: "El ahora es la eternidad, no hay tiempo. La mente lleva al pasado o al futuro, nunca está en el presente. El trabajo que se llama espiritual, de meditación, de autoconocimiento (hay mucha filosofía hermosa, el budismo, el judaísmo, el catolicismo) pasa por serenarse. Hay un libro, La vida impersonal, que dice: ‘Aquietate y sabe. Yo soy Dios’. Por eso digo que te podés quedar con el peloteo de la mente que se enoja, se ofende, pero uno es un ser atemporal, eterno, que viene aquí a convivir. El trabajo espiritual trata de aquietar la mente y reconocer ese observador. Y darle lugar".
Tolle es reconocido también por alimentar los memes de Facebook y Twitter o bien los largos textos normativos que de vez en cuando inundan los grupos de Whatsapp e invitan a que todo fluya con la suavidad que brinda el desligarse de las penurias materiales.
Quizás su afirmación más conocida sea: "Vivimos atrapados entre el pasado y el futuro".
Una invitación del Estado macrista a autoayudarte. "Es aquí, es ahora", gritaba Mauricio Macri durante la campaña electoral. Avisaba: nadie va a venir a tu rescate. La salvación interior, un nuevo cuerpo del individualismo que repele lo colectivo. Una historia -aunque metamorfeada y difundida por el enorme aparato público-privado oficialista- ya conocida, desde su principio hasta cómo termina.
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domingo, 20 de marzo de 2016
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2 comentarios:
Hola
De un cuento de Isaac Asimov, "El pasado muerto"
"El pasado muerto, no es otra cosa que el presente vivo"
Detesto al new age, tendría que haber un libro que se llamara "Menos Coelho y más buena literatura de verdad"
Slds
Marcelo Foti
Mucha sofisticación y palabrerío bonito, per el momento de gloria del tilingaje amarillo va a ser cuando emitan el ciclo "palabras para alimentar la codicia", a la medianoche y con el apóstol espert, o broda, o alguna virgen (de cualquier actividad decente) parecida.
Estos autores extranjeros son coartada intelectualoide para estos malandras básicos, siempre queda mejor un ídolo rubito que el gordo valor... inconfesable prócer.
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