sábado, 26 de marzo de 2016

Inquietud macrista luego del 24 de marzo

Las multitudinarias plazas que se vieron en los principales centro urbanos del país y los miles de actos realizados hasta en los pueblitos más chicos pusieron en alerta al macrismo más radicalizado que salió a atacar a los organismos de derechos humanos y sus símbolos con tal de empezar a construir un relato amarillo sobre los actos genocidas de la Dictadura, carencia que con el paso de las horas, luego de la conmemoración del 24, se acentúa más.
"¿Sabés cuánta gente hay militando en los organismos de DD.HH.? Son personas muy grandes que no han dejado de ser testimoniales y que les cuesta mucho pensar la historia. Si vos lo pensás, el único organismo que hoy todavía tiene una tarea por cumplir y estimular es Abuelas, donde cada tanto trae el recuerdo del pasado y justifica su acción. El caso de Madres, por ejemplo, la demanda era "verdad y justicia"; cuando se reinician los juicios, se acaba la demanda. Ya hace mas de 10 años que se están haciendo los juicios, de ahí a que pasen a otros temas que son políticos, de una política que no les incumbe: Cuba, Venezuela... como si fueran de la Cancillería y, en realidad, son señoras que salieron de su casa, algunas son profesionales, otras no, muy mayores, que de eso no saben nada ni tienen por qué saber. Yo tengo 85 y soy de las más jóvenes", había propuesto el mismo 24 la ex funcionaria de la Alianza delarruista, Graciela Fernández Meijide.
Al otro día, tomó la posta el hiperoficialista Alfredo Leuco desde los micrófonos de radio Mitre: "Tengo ganas de poner un aviso clasificado en los diarios que diga algo así: “Se necesita con urgencia líderes y referentes honrados y de prestigio social para conformar nuevas entidades de derechos humanos para los nuevos tiempos de la Argentina”.
Una de las conclusiones que se pueden sacar después de 40 años del Golpe y de la visita de Obama a Cuba y a la Argentina, es que hay varias organizaciones no gubernamentales antiguas que han perdido el rumbo y han dejado de ser útiles a la sociedad. Hablo de Madres de Plaza de Mayo, Abuelas y el CELS que en su momento, jugaron un extraordinario papel de denuncia y de lucha corajuda a favor de las libertades en el más amplio sentido de la palabra y en contra de todo tipo de autoritarismo. Pero el tiempo fue pasando y los 12 años de patoterismo de estado kirchnerista lograron ponerles camiseta partidaria, vaciarlas de contenido plural y ecuménico y, en algunos casos, meterlas en el nauseabundo pantano de la corrupción".
Luego de acusar a Hebe de Bonafini de manchar los pañuelos blancos (Fernández Meijide la había calificado de fascista), el periodista macrista encaró el enésimo capítulo de su enfrentamiento personal con Horacio Verbitsky: "En el Centro de Estudios Legales y Sociales la decadencia es más sofisticada. Ese organismo tan valioso y destacado fue copado casi totalmente por la militancia kirchnerista de Horacio Verbitsky y Gastón Chillier. En el Cels hay un discurso único que investiga o amonesta sólo para un lado. Perdió pluralismo y amplitud. Se hizo angosto en su mirada dogmática y eso lo fue achicando. Es una lástima que hayan dilapidado su buena imagen de independencia. De todos modos, mantiene su llegada a algunos organismos internacionales con los que construyó buenos vínculos y los subsidios de algunas fundaciones norteamericanas que le envían los dólares necesarios como para funcionar".
"Como creo que claramente terminó una etapa de pelea y enfrentamiento encarnada por Cristina y empieza una nueva era que Macri representa con diálogo y fraternidad, creo que hay que generar nuevas organizaciones de derechos humanos que reflejen esta flamante realidad. Pienso en una entidad que se llame algo así como “Mas Valores para más argentinos”. Sugiero una primera lista abierta de personalidades destacadas en distintos ámbitos que no sean activistas partidarios y que reflejen todos los matices de la sociedad. Hablo de gente como Facundo Manes, Juan Carr, Santiago Kovadloff, el padre Pepe, Diana Cohen Agrest, Graciela Fernández Meijide, Agustín Salvia, Juan José Campanella, Paolo Menghini, Pablo Lanusse, Magdalena Ruiz Guiñazú, Roberto Gargarella, Daniel Sabsay y Vicente Palermo, entre otros", enumeró con el sesgo que lo caracteriza.
Un enceguecimiento similar muestra por estos días el ex guionista de Jorge Lanata, el escritor Marcelo Birmajer, que se embarcó en una brava: desacreditar el Parque de la Memoria, ése que conoció el jueves Macri de la mano de Obama.
El sociólogo Ezequiel Adamovsky se tuvo que bancar todo el repertorio de nimiedades de señora cacerolera de Birmajer ante la sorpresa de María O'Donnell que no podía creer el infantilismo anti K del endosador de la candidatura presidencial de Macri (y referente de la Carta Abierta amarilla), compañero de aventuras de otro escritor, Federico Andahazi, que anda por todos los medios anunciando la muerte del kirchnerismo, como si fuera una necesidad vital del macrismo para poder ser.
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