El consultor Gustavo Córdoba, que muchos sindican como cercano al oficialismo, dio a conocer su última encuesta para las elecciones cordobesas de este domingo, en medio de una campaña desinflada, a la que sólo el candidato kirchnerista Eduardo Accastello agitó por su necesidad de descontar puntos, especialmente a la macrista alianza Juntos por Córdoba.
Justamente, eso es lo que marca el estudio, realizado entre el 25 y 29 de junio, con la fórmula K -formada por Accastello y el contador de chistes Cacho Buenaventura- a menos de 2 puntos de distancia del binomio Aguad-Coneja Baldassi, cuando meses atrás el principal obstáculo a superar por el villamariense era perforar su techo de 20 puntos.
Lejos de esa disputa, la dupla delasotista Juan Schiaretti-Martín Llaryora, nunca fue puesta en jaque durante la campaña y se mostró escurridiza al debate, a tal punto de ser la única que se negó a participar de uno organizado por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), decisión que desencadenó luego que también desistieran Aguad y Accastello.
Tampoco el gobernador José Manuel de la Sota necesitó inmiscuirse en la disputa provincial, más concentrado en su sueño presidencial, que lo tiene como contendiente del tigrense Sergio Massa, en la interna cada vez menos gravitante de UNA (Unidos por una Nueva Argentina). Hasta se permitió -él y Schiaretti- prometer una buena relación con Scioli, si éste es electo presidente. Mientras, un candidato a legislador delasotista, Eduardo Barrionuevo, evaluó que, luego de las PASO, los votos de De la Sota irán al bonaerense.
La última encuesta de la cuestionada Management&Fit, dada a conocer ayer, lo sigue colocando en su 5% histórico de intención de voto, a pesar de millones de pesos invertidos en intensiva publicidad nacional, según algunos legisladores y dirigentes de la oposición, sacados del erario público.
Anoche, el Gallego participó del cierre de campaña de Unión por Córdoba en Río Cuarto, acompañado por Massa, que el domingo espera poder festejar un triunfo como propio, cuando en verdad poco hizo por la victoria de Schiaretti (tampoco éste lo necesitaba), y en Córdoba capital, apoya a Olga Riutort, ex esposa de De la Sota, y excluida de la interna del PJ cordobés.
Por su lado, Mauricio Macri no se la jugó por su fórmula: sólo vino el jueves pasado y ayer hizo un par de entrevistas radiales desde Buenos Aires. Para tratar de apaciguar los ánimos, mandó a Gabriela Michetti, poco conocida por estos lares y poco informada sobre las realidades locales.
Para colmo, el radical Aguad decidió un particular cierre de campaña: hoy a la tarde hará un abrazo "simbólico" a la Jefatura de la Policía de Córdoba, la institución más criticada por los cordobeses -especialmente luego del acuartelamiento del 2013- y que viene de desobedecer nuevamente al poder política al negarse a pasar a retiro a 203 de sus efectivos.
Resta saber si el espaldarazo de la fórmula presidencial Daniel Scioli-Carlos Zannini y la incipiente creencia de que el kirchnerismo volverá a imponerse en los próximo comicios podrán fortalecer a Accastello en estos días finales antes de la votación, cuando todavía debe recuperarse de la controversial elección de Buenaventura (se verá si el humorista lo ayudó a visibilizarlo en las regiones donde era menos conocido) y borrar el desplante de la ex rectora de la UNC, Carolina Scotto, que en 2013, y después de la mejor elección K en Córdoba (15%) que la proclamó como diputada nacional, renunció sin dar mayores explicaciones, especialmente al kirchnerismo cordobés, aún hoy, en 2015, en formación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario