Premonitora columna del periodista Lucio Fernández Moores, ayer, en Clarín: "El Gobierno ya tiene decidido que los candidatos al Parlasur, el Parlamento del Mercosur que todavía no funciona y al que puede postularse la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, vayan pegados en las boletas electorales de este año al candidato presidencial de cada partido, según dijeron fuentes gubernamentales y sospechan fuentes judiciales.
Esto implica que junto al candidato presidencial oficialista -sea éste el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, o quien fuera el postulante- pueda ir pegado inmediatamente al lado el apellido Kirchner, bien visible y al mismo tamaño que en la última elección presidencial, cuando la actual Presidenta ya era viuda de Kirchner, vestía de negro y, pese a ello, su apellido, Fernández, tenía una tipografía ostensiblemente más pequeña que la de su fallecido marido.
Ya se sabe: el apellido Kirchner fue una de las principales armas electorales -sino la principal- utilizadas por el fallecido presidente Néstor Kirchner y su dos veces sucesora, la actual presidenta Cristina Fernández, por más que ésta hubiera enviudado para la segunda ocasión y el apellido Kirchner ya no existiera oficialmente en su estado civil vigente en aquel momento y ahora también".
Compresible repudio clarinista al abuso del apellido Kirchner por parte de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner.
Se sabe que el kirchnerismo no dilapida oportunidad para sumar votos y ganar elecciones.
Ya sabemos que hacen todo para eso, nada más.
Como en el comienzo del año electoral 2011, cuando la derrota K iba a ser tan grande como la de éste 2015, llega Pepe, en Clarín, para tranquilizar a la tropa de su Alianza, de debut derrotista: "Con el amplio triunfo del gobernador Urtubey en las PASO salteñas, el kirchnerismo buscará imprimirle al resultado una proyección nacional que no tiene: Salta es el 3% del padrón nacional".
Y el especialista en correspondencia papal, Sergo Rubin, les dice que la reunión del Papa con CFK será chiquita, insignificante: "El Papa Francisco demoró varios meses en concederle la audiencia a Cristina Kirchner, que finalmente le otorgó para el 7 de junio, como se conoció esta semana. Fuentes eclesiásticas dijeron a Clarín que los pedidos de la Casa Rosada fueron reiterados hasta que el pontífice accedió. Al fin de cuentas, dijeron, un Papa no puede negarle una reunión a un jefe de Estado, máxime si pertenece a la décima nación católica –por la cantidad de fieles- y es de su país natal.
La admisión que hizo el pontífice en las últimas semanas en el sentido de que se había sentido usado por ciertos políticos argentinos que lo visitaban en el Vaticano, agregaron, no abarca a un primer mandatario. Además, señalaron que Francisco no recibirá a Cristina en la residencia de Santa Marta, ni compartirá un almuerzo como en los tres encuentros anteriores. Será en una sala contigua al auditorio Pablo VI, y la cita será más breve".
A no preocuparse.
El fin de ciKlo está asegurado.
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2 comentarios:
"Por más que ésta hubiera enviudado para la segunda ocasión y el apellido Kirchner ya no existiera oficialmente en su estado civil vigente en aquel momento y ahora también" pero entonces por qué hablams de los hermanos Noble si al momento que dejaron "la canastita de mimbre" en las puertas de la mansión de Tía Ernestina, Don Roberto ya llevaba más de diez años bajo tierra?
“Ya se sabe: el apellido Kirchner fue una de las principales armas electorales -sino la principal- utilizadas por el fallecido presidente Néstor Kirchner…”
Qué curioso que Néstor hubiera utilizado su apellido, ¿por qué no usó el de algún vecino? Aún más curioso que lo hubiera utilizado como su principal arma electoral cuando casi nadie lo conocía fuera de su provincia.
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