Cantelmi, 2015, Clarín: "Estados Unidos e Irán dieron ayer un paso colosal que construye, con estos enconados enemigos de los últimos 35 años, una, hasta hace poco, imprevista alianza que modificará el balance de poder en todo Oriente Medio. El calado del acuerdo marco anunciado ayer excede la retórica de la amenaza atómica que motivó estas negociaciones. Lo que lo hizo posible es que varió la agenda estratégica de Occidente. No se trata de que Irán cambió y se tornó más amigable, sino que sus intereses históricos coinciden ahora con esa mudanza.
El acuerdo pulveriza el programa nuclear persa, lo que le da una baza de negociación central a Washington y sus socios europeos y asiáticos en el Consejo de Seguridad de la ONU para defender el pacto. Ello, especialmente con Israel y Arabia Saudita, los aliados carnales de la Casa Blanca que se han venido oponiendo decididamente a estas conversaciones por el escenario que abren en su zona de influencia.
Irán, a partir de ahora, se irá constituyendo en una potencia inevitable en la región. Tiene conocimiento y poder para ocuparse de liberarle a Estados Unidos el peso de la guerra de Afganistán, la más extensa de la historia norteamericana y donde los dos países comparten el mismo enemigo Taliban. El patio trasero iraní se extiende también en Irak, Siria, Líbano y en gran medida en Yemen donde los sauditas intentan con la actual guerra contra la guerrilla huthi pro iraní, dar un ejemplo de hasta qué punto estan dispuestos a ser inflexibles.
El valor político y estratégico inocultable iraní es el que calculó Barack Obama como el elemento central de aquellas prioridades que rigen la política interncional al convertir a Teherán de enemigo en socio. La furia de Israel contra estas conversaciones, repudiadas incluso en el Capitolio por el primer ministro Benjamín Netanyahu, no se debe al peligro nuclear de los persas. Es, en cambio, una reacción a esta evolución en el terreno. Estados Unidos busca, a despecho de los intereses de Tel Aviv o de Riad, que en la zona las potencias regionales se balanceen entre ellas: Arabia Saudita, Turquía, Israel, Irán y Egipto".
Cantelmi, 2013, Clarín: "La Casa Blanca, con cada uno de sus últimos inquilinos, buscó el diálogo. Cuando George Bush no lo hizo, el establishment formó en 2006 una comisión bipartidaria integrada por James Baker y Lee Hamilton y le recomendó con severidad que lo haga. Hay razones objetivas para ese interés, entre ellas la influencia que el shiismo persa ha tenido en Irak o la alianza obvia por el histórico desprecio iraní al fundamentalismo taliban de Afganistán, a Al Qaeda y a Osama bin Laden. Ese diálogo ingresó más que últimamente en la vía sinuosa conocida, debido al tironeo por el supuesto arsenal nuclear que estaría desarrollando Teherán para intentar empardar el poder israelí.
Semejante agenda hace del todo incomparables aquellas conversaciones oficiales o subterráneas del Norte mundial, con las que ha emprendido Argentina con la teocracia iraní. Conviene señarlo porque se fatiga aquí con utilizar aquel espejo para justificar esta experiencia. Lo cierto es que el gobierno argentino, por razones que alimentarían un nutrido puñado de especulaciones, acabó menos negociando que asociado con Teherán en un proyecto que amenaza arrumbar en un callejón la causa por el atentado contra la AMIA. Como alertó el ex canciller Dante Caputo, eso será definitivo si el Congreso avala el memorandum binacional que, precisamente, a nada obliga. El voto legislativo lo elevaría a nivel de Tratado lo que impediría que se lo pueda desarmar para retomar la causa judicial truncada.
Es difícil imaginar qué motivó en Buenos Aires estos pasos. Lo que surge inmediatamente suena pueril, tanto la búsqueda por esa vía de aumentar un comercio que ha sido, de todos modos, pujante; o el producto de una afinidad ideológica que se pretendería por encima de las consecuencias de los atentados. Del lado de Irán todo se ve más nítido. Ese país, como han señalado incluso a este columnista, en Damasco, dignatarios de Teherán, jamás admitió responsabilidad alguna en esos ataques".
Pisani, 2015, La Nación: "Hacía mucho que Estados Unidos no estaba ante un giro tan fuerte de su diplomacia. Con el acuerdo nuclear preliminar con Irán, la administración de Barack Obama acaba de dar un paso histórico con el que deja atrás 35 años de hielo con Irán y sienta las bases para un nuevo escenario de alianzas en Medio Oriente.
Es un paso tan audaz como controvertido. Con esto, Obama se ubica en la línea de los presidentes que firmaron acuerdos históricos, en su momento, muy discutidos. Le ocurrió a Ronald Reagan con entendimientos para el desarme con la Unión Soviética y a Richard Nixon con la apertura a China.
Obama está convencido de que es el mejor modo de garantizar la seguridad y el mejor camino para evitar una nueva guerra en Medio Oriente.
Es, sin duda, un paso sin precedentes. Una nueva etapa. Un gesto que pone a Obama en perspectiva histórica. Ha logrado, hasta ahora, más de lo que lograron las sanciones por sí mismas. Si bien fueron estas las que llevaron a Irán a la mesa de negociaciones, no fueron por sí mismas suficientes para acotar el programa nuclear iraní y dotarlo de una transparencia que, hasta ahora, nunca tuvo".
Pisani, 2013, La Nación: "La "Argentina de Cristina Kirchner" fue calificada en el congreso norteamericano como "uno de los aliados regionales más firmes" de Irán, al tiempo que se evaluó como "una cachetada en la cara", de la que "debe tomar nota el Departamento de Estado", la decisión de la Argentina de impedir la presencia en el Capitolio del fiscal Alberto Nisman.
Ante la ausencia obligada del fiscal especial de la causa AMIA en el Congreso de EE.UU. por una decisión de la procuradora general Alejandra Gils Carbó, otros cuatro expertos en actividades de Irán en la región compartieron sus conclusiones ante legisladores demócratas y republicanos. Allí se renovaron las críticas a la "inexplicable" decisión del gobierno argentino de impedir la presencia del funcionario judicial en Estados Unidos. Nisman emitió un dictamen de 500 páginas, en el que denunció "una red de inteligencia de Irán en América latina para perpetrar atentados en la región". Los congresistas de Estados Unidos querían conocer detalles de esa información.
"No entiendo por qué algunos países de la región se empeñan en desafiar a los Estados Unidos cuando es evidente que trabajamos mucho mejor cuando lo hacemos juntos", reflexionó la demócrata por Texas Sheila Jackson Lee, quien se sumó al reclamo de una diplomacia "más agresiva" con aliados de la región cuando lo que está en juego es la seguridad de los norteamericanos.
La "inexplicable" ausencia del fiscal Nisman fue tema recurrente en un plenario del subcomité de Supervisión y Gestión de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes y se dedicó a analizar "La creciente influencia de Irán en el Hemisferio Occidental".
En calidad de expositores participaron Ilan Berman, del Consejo para las Relaciones Internacionales; Blaise Misztal, del Bipartisan Policy Center, Joseph Humire, del Center for a Secure Free Society, y Douglas Farah, de IBI Consultants, ya conocido en esta ciudad por un crítico informe sobre la agrupación kirchnerista La Cámpora, y que ayer dedicó objeciones a la política de la Casa Rosada vinculada con Irán.
"Los mayores aliados de Irán en la región han sido los países del llamado bloque ALBA [por Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua], pero ahora la Argentina de Cristina Kirchner se está convirtiendo en uno de sus aliados más firmes", sostuvo Farah.
Aseguró Farah que uno de los objetivos que persigue Teherán es "poner mano" sobre la tecnología nuclear que desarrolló la Argentina. A la vez, aventuró que una de las consecuencias del memorándum de entendimiento firmado entre Irán y la Argentina para avanzar en la causa del atentado contra la AMIA será la de "exculpar" a varios líderes del gobierno integrista de "sus responsabilidades", en el ataque terrorista de julio de 1994.
Otra de las reflexiones que se escuchó en el congreso norteamericano apuntó a que el acercamiento de Buenos Aires con Teherán pone en duda el compromiso de nuestro país ante las sanciones económicas impulsadas por Washington. "Es natural esperar que los aliados acompañen en eso, como lo han hecho varios países regionales, pero es difícil saber cómo es la posición de la Argentina frente a eso", sostuvo, en tanto, Misztal.
El acercamiento del Gobierno con Teherán se está convirtiendo en factor de desconcierto y de desconfianza en esta capital".
viernes, 3 de abril de 2015
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3 comentarios:
No hay contradicción.
Acá no se trata de si Iran es bueno o malo.
Se logró que Iran abandone la idea de tener bombas atómicas, lo cual es muy bueno, y es el tema que en realidad perturba a la región.
Para nosotros el tema es diferente. Nos da igual qué armas tiene Irán. Nosotros buscamos justicia para un atentado contra nuestro país y funcionarios iraníes de esa época son los principales sospechosos.
No buscamos la paz en Medio Oriente, buscamos que si son declarados culpables, paguen. El memorandum no servía a ese fin. Servía para blanquear a los iraníes. Probablemente ahora las presiones para exculpar a los iraníes vengan de EEUU, no podemos descartar que sea parte del acuerdo.
Marianote: como siempre, destilando veneno.
El memorando de entendimiento solo pretendía llegar a la indagatoria de los acusados. Algo básico para poder proseguir con un proceso penal en Argentina.
Indagar, marianote, no es blanquear, mal que te pese.
Y bueno, si EEUU presiona para exculpar a Irán, que se haga cargo, ¿no te parece?
imperdible esta verdaderra crónica de S. Russo en P|12 de hoy resumen de las "contradicciones" y sus aportantes - http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-269732-2015-04-04.html
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