Clarín: "Scioli fue motivo de debate en la sede local de una de las principales consultoras del mundo. El encuestador Sergio Berensztein les presentó una encuesta según la cual el bonaerense ganaría las elecciones aún en segunda vuelta, enfrentado con Macri. La pregunta que quedó flotando fue: Si gana, ¿gobernará él o Cristina?, contaron los ejecutivos. No llegaron a ninguna conclusión, aunque alguno dijo que en una charla privada Scioli había asegurado a un empresario que le preguntó lo mismo: “Si gano, yo voy a ser el Presidente, no otro”. El debate fue largo: ¿Cristina está de acuerdo?
La duda se basa sobre todo en las señales de continuidad que da Scioli. “De mi no esperen sorpresas”, es su leitmotiv al hablar con los empresarios. Y el miércoles se apareció en un seminario del Banco Provincia con el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli. “Si gano, él sigue en el puesto”, dicen los banqueros que asegura el gobernador. No sería su única intención de continuidad: hay empresarios que aseguran haber escuchado que, de ganar Scioli, también seguirían en su cargo Ricardo Echegaray en la AFIP y Miguel Galuccio en YPF.
“Lo mío, desde el 11 de diciembre, será buscar que crezca la producción, viajar para vender productos argentinos en el exterior”, fue el mensaje que bajó Scioli en los encuentros. Lo ven como un claro intento de seducción".
La Nación: "Daniel Scioli le ha dado últimamente por enojarse delante de las cámaras. El viraje, ninguna novedad para quienes lo conocen en privado, es acaso un mundo nuevo para las audiencias televisivas y los votantes, y está, como le gusta decir a Axel Kicillof, "perfectamente estudiado". Así lo cuentan en la provincia de Buenos Aires, donde se explayan en detalles: los últimos focus group detectaron que la imagen positiva del gobernador era en algunos ámbitos atenuada por la condición de "tibio", el peor pecado del decálogo kirchnerista.
La definitiva unción del gobernador para la continuidad del proyecto nacional y popular es evidente desde hace días en varios frentes. Primero, en el propio estado de ánimo del protagonista, al que sus allegados califican ahora de "exultante". Y en segundo lugar, porque esa convicción, también advertida por los empresarios que acompañaron esta semana a la Presidenta a Moscú, es alentada sin vacilaciones en La Cámpora. Allí aceptaron la orden de acompañarlo y prometen encorsetarlo mediante la instalación mediática de posibles compañeros de fórmula.
Hace unos días, el politólogo Fabián Perechodnik tranquilizó a un grupo de funcionarios bonaerenses de segunda y tercera línea con una conclusión largamente esperada: una eventual cohabitación con Kicillof en la fórmula casi no ahuyentaría votantes.
¿Será que el fin del kirchnerismo y sus extravagancias fueron un envalentonamiento empresarial prematuro? Nadie está seguro, porque hasta las encuestas han perdido credibilidad en el establishment. Eso no impide que grandes empresas encuentren en esos relevamientos un ardid para no traficar valijas, bolsos o cajas de zapatos: la nueva modalidad consiste en aportar a las campañas pagando sondeos que, en el caso de la provincia de Buenos Aires, en la modalidad "presencial", prescindiendo del teléfono, cuestan unos 300.000 pesos".
Perfil: "Algunos empresarios que imaginaban otro Scioli en el futuro, con un gabinete de transición en principio y otro más afirmado en la segunda etapa, casi un borrón parcial y cuenta nueva del kirchnerismo, empiezan a desconfiar de esa posibilidad que anidaba en sus cabezas.
No les alcanza con ver el merodeo de Miguel Bein o Mario Blejer. En todo caso, a esos dos profesionales los tapa la continuidad probable de Enrique Vanoli en el Banco Central, Miguel Galuccio en YPF, Horacio Milani en Inteligencia y Ejército (no prosperarán los juicios por enriquecimiento ilícito), Ricardo Echegaray en la AFIP y Julio de Vido en Obras Públicas a través de su personero Roberto Baratta. Una copia de Néstor cuando lo heredó a Eduardo Duhalde. Por no citar la permanencia de cancerberos empresariales como Lázaro Baez o Cristóbal López.
Para completar el cuadro, Axel Kicillof de vice, a menos que la doctora cambie y se le ocurra tener un favorito. Parece dudoso: a medida que pasan las horas, Scioli es más imprescindible para Cristina que Cristina para Scioli".
sábado, 25 de abril de 2015
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