"Los ataques ofenden la inteligencia. Hay una junta de cerebros que busca un argumento para atacar todo lo que hace el Gobierno, aún estén ellos de acuerdo. Esfuerzos intelectuales que llegan a la estupidez. Este argumento de que pagar 5 mil millones de dólares en efectivo es lo mismo que pagar 5 mil millones más intereses, como si fuera todo lo mismo, es un poco ofensivo. Entiendo esa compulsión crítica, surrealista. Me da pena.
El interés que vamos a pagar es muy bueno, señor Nelson Castro, es mejor que cuando usted compra un electrodoméstico. Si tienen que decir algo estúpido, lo dicen. A mí me recortaron una audio cuando dije que a Repsol no le íbamos pagar más de lo que corresponde. No tienen mucho argumento para criticar. Critican igual.
No es normal que la prensa que debería tener objetividad no es su función la crítica permanente. Pero un medio que se dedica sólo a criticar no es su función.
Es tan tonto, tan tonto todo esto...".
Y Luisito Investigador tira que estamos como en los tiempos del Mingo Cavallo: "En realidad, Kicillof y el resto del Gobierno no están haciendo nada diferente de lo que intentó Domingo Cavallo durante el gobierno de Carlos Menem y, luego, con Fernando de la Rúa. La convertibilidad, en el fondo, también fue populismo de Estado, aunque con una retórica de derecha. Y después, el propio ex superministro tuvo que hacer lo que están haciendo ahora: ajustar salarios por debajo de la inflación, golpear la puerta del Fondo Monetario para conseguir préstamos internacionales a tasas razonables y detener la fuga de dólares, subir las tasas de interés aunque la decisión provoque una notable caída de la actividad, y rezar para que la tensión social no termine en una crisis como la de 2001".
1 comentarios:
Este Majul está cada día más tarado. Dice, muy campante que “el propio ex superministro tuvo que hacer lo que están haciendo ahora: ajustar salarios por debajo de la inflación”.
De 1992 a 2001 no hubo ningún ajuste salarial nominal, al menos en el sector público. En la faz privada fueron mínimos y contados con los dedos. La inflación del período fue superior al 40%. Durante la alianza hubo deflación, pero también rebajaron sueldos y jubilaciones un 13%.
El superministro no “ajustó por debajo de la inflación”. Directamente “no ajustó”. Y cuando “ajustó”, redujo nominalmente y en forma ilegal, porque el gobierno del compañero Duhalde debió devolver el 13% (en bonos).
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