sábado, 10 de mayo de 2014

Progresismo argento: Morandini escribe en El País (España) en contra de las Madres y defendiendo a los ancianos genocidas; Nun afirma que Teresa Parodi no ha hecho aportes a la cultura

La Norma de Clarín (El País): "El único que puede violar los Derechos Humanos es el que debe protegerlos, el Estado. No se me escapan los debates en torno a los atentados de los grupos terroristas, si deben prescribir o no, ya que igualmente son ataques a la Humanidad. Pero no se trata de un debate jurídico sino del contrasentido de que aquellos que entre nosotros invocan los Derechos Humanos son los que los niegan y violan. Tal como sucede con el proyecto gubernamental de hacer de la Universidad Popular de las Madres de la Plaza de Mayo un Instituto Universitario del Estado que en lugar de educar y capacitar en Derechos Humanos para “la tolerancia, la paz y la ciudadanía” -tal como las Naciones Unidas instan a los Estados-, claramente pretende formar “militantes de la causa popular”.
Una concepción de poder antidemocrática que paradójicamente se vale del sistema republicano para terminar con lo que desprecian: la división de poderes y la autonomía del Poder Legislativo, convertido en estos años en una mayoría obediente que si sanciona tanto la creación del Instituto Universitario Madres de Plaza de Mayo como la Universidad de la Defensa estará firmando su propia partida de defunción.
Si efectivamente se tratara de un proyecto educativo no hay nada que objetar a que una organización como la de las Madres de la Plaza de Mayo, que denunció las torturas y los secuestros del terrorismo de la dictadura, que increpó al poder militar para conocer el paradero de sus hijos presos desaparecidos e hizo de esa historia trágica un aprendizaje para la convivencia democrática. Sucede que ya hace una década que algunas madres de los pañuelos blancos como su cara más visible, Hebe de Bonafini, cruzaron la Plaza de Mayo para ingresar al palacio de gobierno, donde recibieron favores políticos. Como fue la construcción de viviendas populares, un programa bautizado como “Sueños compartidos” que se convirtió en una pesadilla por el desfalco en torno al desvío de unos veinte millones de dólares que involucró al apoderado de esa organización, Sergio Shocklender, un ex preso condenado por asesinar a sus padres, quien se amparó en la organización de Bonafini. De modo que cuesta sustraerse al escándalo que rodeó a la organización de las Madres, sin la sospecha de que con la estatización de la “Universidad Popular” se busca blanquear sus deudas con el Estado.
Igualmente polémica es la “Universidad de la Defensa” tras la designación del Nuevo jefe del Ejército, sospechado por un delito de lesa humanidad, la desaparición de un soldado que era su ayudante. Unidos en la defensa del “gobierno, nacional y popular”, la alianza entre Hebe de Bonafini con el Jefe del Ejército, César Milani, sospechado de un delito de lesa humanidad desafían el entendimiento tal como en otra época sucedió con la sociedad de la mujer que simboliza la tragedia de las madres que perdieron a sus hijos con el parricida, condenado por la muerte de sus padres.
No porque no crea en la reconciliación democrática o en la posibilidad de la rehabilitación humana. Sino porque ni uno ni otro se subordinan a la Constitución, cuyo corazón filosófico es la subordinación a todos los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y a la ley democrática que prohíbe la participación de los militares en la política. Con la creación de la Universidad de las Madres como la de la Defensa se dará el contrasentido de que una busca adoctrinar a los civiles y la otra politizar a los soldados. Ambas atentan claramente contra la República Argentina en camino de seguir los pasos de “la república bolivariana”. La concepción de militares en la política puede servirles a los venezolanos, pero para los argentinos explican nuestro fracaso como país.
Fui alfabetizada en una escuela pública del norte cordobés. Mis primeras letras fueron “Evita me ama, Perón me cuida”. Mi generación se hizo Montonera. Si reconozco el sacrificio de los que murieron y espero el debate que nos debemos en torno a la responsabilidad de la dirigencia montonera en nuestra tragedia contemporánea, el debate ahora es en torno a nuestra responsabilidad con la juventud actual y las generaciones por venir. Como la educación siempre es a futuro, vale preguntarnos cuál es el objetivo de la educación, qué significa hoy promover una educación en Derechos Humanos. ¿Educamos para la paz, la ciudadanía y la vida en armonía? ¿O regresamos al ciclo de la violencia y la opresión? Tal vez porque viví entre el dolor de los atormentados, fui testigo del sufrimiento que provocó la dictadura y hoy recibo las denuncias de otros pesares, el de los represores a los que en la cárcel se les humilla, estoy convencida de que una educación en Derechos Humanos es un instrumento poderoso para aprender a mirarnos con compasión y respeto".
Pepe Nun (La Nación -jueves y sábado-): "José Nun, secretario de Cultura durante el gobierno de Néstor Kirchner, cuestionó durante una entrevista con Radio Mitre la designación de Parodi. "Ha hecho su carrera como cantante y no se le conoce ninguna contribución significativa al campo de las políticas culturales", apuntó. También consideró que el modo en que se elevó de rango la Secretaría de Cultura, vía decreto de necesidad y urgencia, pone de manifiesto qué rol cumple para la administración de Cristina Kirchner. "La cultura no interesa y no juega un papel fundamental para este gobierno", dijo.
-¿Su idea es que la Secretaría fue transformada en Ministerio para fines electorales?
-Exactamente. Si no, no se entienden los fundamentos. Además, en el año que queda no hay tiempo para armar una real estrategia cultural. Lo que se puede hacer, eso sí, es montar espectáculos.
-¿Cuál es la diferencia de recursos con los que cuenta un ministerio y una secretaría?
-¡No, el ministerio tiene mucho más presupuesto! Tiene más atribuciones, más personal y es un esfuerzo por darle una visibilidad al tema cultural, sobre todo, porque venimos de una gestión, por lo menos, muy opaca.
-¿Qué le parece la elección de Teresa Parodi?
-Es una artista internacionalmente reconocida. Como gestora cultural no tengo opinión.
-Usted dijo que, estando en el cargo, tenía la fuerte sospecha de que a algunos artistas se les pagaba X, pero se los hacía facturar por 2X, "para una caja partidaria".
-Cada vez que tuve la sospecha de que algo de eso podría estar ocurriendo, aparté al funcionario. Lo que pasa es que son cosas intangibles, no tenés elementos para iniciar acciones legales, entonces te tenés que guiar por la información que lográs recoger y por tu instinto.
-¿Y qué le decía su instinto?
-Que sí, que en algunos casos estaba pasando eso.
-Usted dijo: "Si vas a contratar a un artista que tiene un honorario de 50.000, le decís: «Necesitamos para el partido que factures 100 y, además, te pagamos Ganancias".
-Es obvio, pero esto ocurre en todas partes".

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1 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Morandini es asi desde casi siempre,o el menos desde hace 20 años en que viene reclamando la reconcialiacion....otra cosa,cada vez que entro en tu blog al querer comentar me aparece una leyenda avisando un virus malicioso

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