Punto de vista

"La catástrofe sanitaria por venir no impidió al Gobernador y a su Ministro de Salud instigar al Jefe de Gabinete Nacional a que autorice en Córdoba las reuniones familiares. 

El hombre, responsable del recorte a los jubilados provinciales, apela ahora, en un discurso cachivache, a la necesidad de los abuelos de volver a estrechar en besos y abrazos a sus nietos.
Alienta encuentros y reuniones desconociendo que el virus es más voraz que el fuego o el gatillo fácil que tampoco controla.
Mientras la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva afirma que "el sistema de salud está al borde del colapso y que el virus nos está ganando", el Gobernador elige ubicarse en una butaca dentro de la burbuja donde recibe los aplausos fatuos de empresarios, gerentes "mediterráneos" y hombres de campo adentro, quienes, sin importar el costo, ciegos, presionan por la apertura incondicional de la economía, con el voto a favor de sus pichichos que ladran en busca de la apertura de los bares, los gimnasios o las canchas de fútbol cinco.
No está solo.
Como si no bastara con las cifras de agosto, el mes de los peores resultados sanitarios, con la mayor cantidad de contagios y la mayor cantidad de fallecidos en la provincia, Schiaretti cuenta con un Ministro que no piensa modificar el rumbo hacia la desolación de septiembre.
O piensa que haciendo lo mismo que viene haciendo obtendrá otro resultado.
Parecería ser uno de esos individuos que multiplican dos por dos incansablemente, esperando que el resultado alguna vez sea distinto a cuatro.
Dice mi cuñado Carlos que encontrar un acierto en la gestión de salud provincial es como encontrar una foto de Gardel despeinado.
Pero el gobierno también cuenta como aliados a comunicadores adictos.
Uno que se pregunta dónde está la Córdoba rebelde que debe pedir permiso al presidente para volver a las reuniones sociales olvidando que durante el reinado del nuevo campeón de bridge, a él le debió parecer re-rebelde la conducta de los legisladores cordobeses que asentían con disimulada rebeldía el monumental aumento de tarifas, el nombramiento de jueces por decreto, el endeudamiento, la fuga de capitales o la entrega de nuestro patrimonio territorial, por citar sólo algunos ejemplos dignos de rebelión.
El otro, más canchero, abre el noticiero de la noche reproduciendo, orondo, un titular del diario inglés The Telegraph, donde se afirma que la cuarentena Argentina resultó inútil y él pone cara de “yo ya se los había dicho”. No acota, el canchero, que el diario pirata olvida que con la “cuarentena inútil”, Argentina cuenta con cinco veces menos fallecidos que la Pérfida Albión. Mientras tanto, indolentes, sus compañeres asienten, como asiente bobo, el perrito de la luneta de los taxistas.
Vuelvo a la declaración de los médicos intensivistas : “Sentimos que no podemos más, que nos están dejando solos y que estamos perdiendo la batalla”.
En CABA, el Ministro de Salud autoriza la apertura de bares y cementerios al mismo tiempo.
Por algo será.
Pero en el país también pasaron cosas.
Sacachispas ganó por el noventa y nueve por ciento a uno.
El maestro Ariel Borda se despertó esta semana pensando en lo bueno que estaría tener que pagar el impuesto a la riqueza.
Y mientras los unos todavía tienen que explicar lo del Ara San Juan, los otros ponemos un satélite más en órbita.
Ojalá el coche bomba del odio se desactive con el pedido de los médicos: “No necesitamos que nos aplaudan, necesitamos que no salgan”".

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