El miércoles pasado, Macri presentó su declaración jurada correspondiente al período 2018 y declaró este año $151.688.684,18, mientras que el año pasado el mandatario había declarado $99.876.155. Un incremento del 51%. Desde Presidencia se aclaró que este total no incluye los bienes ingresados en un "fideicomiso ciego", del cual no se tiene constancia de haberse realizado.
Macri, además, declaró que en octubre de 2018 compró bonos de deuda argentina por más de $94 millones: una operación por $54.301.740, y otra por $39.916.800, maniobras que podrían causarle dolores de cabeza ante la Justicia.
Pero las cifras millonarias obtenidas en medio de la crisis de los argentinos también incluyen al resto del gabinete nacional y ex funcionarios macristas, lista en que sobresale lo amasado por Mario Quintana: multiplicó su patrimonio al aumentarlo en un 667% luego de la venta de Farmacity. Pasó de tener casi 70.500.000 pesos (en bienes, depósitos y plata) a más de 541 millones de pesos.
Sigue el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, que también registró un ascenso patrimonial notorio. En un año saltó de tener casi 3.772.600 pesos a 20.521.400. Es decir, un aumento del 444%. ¿Motivos? Compró un departamento por unos 800 mil dólares y recibió una donación de su mamá.
Marcos Peña también ganó plata. En el último año, sus bienes fueron de $ 651.805 a $ 974.257. Mejor le fue a Nicolás Dujovne: con un 80% de aumento, su fortuna duplicó la inflación de 47,6%. Declaró bienes, depósitos, acciones y bonos en el país y en el exterior por $ 217.942.368. El ministro de Hacienda elevó la valuación de su participación en Florentine Global, una offshore radicada en las islas Vírgenes Británicas: consignó la titularidad de $ 39,3 millones, $ 17 millones más que en 2017.
El recurso de la apreciación de bienes y el ahorro en dólares es la explicación principal de los otros ganadores del gabinete: Oscar Aguad subió de 6.433.838 a 11.452.002 pesos; Patricia Bullrich, de 5.964.512 a 11.807.749; Germán Garavano, de 6.285.675 a 13.710.622; y el canciller Jorge Faurie, de 12.588.744 a 23.999.306. El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, saltó de $ 8.632.666 a 11.329.727, a raíz de una revaluación patrimonial. Rogelio Frigerio declaró 21.681.544 pesos, tras haber consignado 18.903.751 en 2017.
Carolina Stanley y Dante Sica fueron los perdedores del modelo. La ministra de Desarrollo Social redujo sus tenencias: de 19.243.171 pesos, a 19.135.059. El ministro de Producción juró tener casi dos millones de pesos menos que antes de arribar al gabinete de Macri: de $ 33.238.537, en 2017; a $ 31.531.078, en 2018.
Dentro de su fortuna nacional, entre inmuebles, bonos, acciones y depósitos en los bancos, casi todos apuestan al dólar, en mayor o menor medida. Atesoran en total $ 33.444.446 de sus ahorros en la moneda norteamericana.
Lidera el ranking de exteriorización Verónica Rappoport, que en septiembre del año pasado volvió de Inglaterra para asumir una vicepresidencia del Banco Central bajo la gestión de Guido Sandleris. La economista tiene el 97% de su patrimonio afuera: unos $ 59,1 millones. El año pasado, Rappoport casi duplicó los $ 31.431.934 con los que, declaró, inició el 2018, al terminar el 31 de diciembre con $ 60.368.443.
Continúa en la lista el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli. Otro que viene de Inglaterra, mantiene el 89% de sus bienes en el exterior. Su patrimonio creció el 93% del 2017 al año pasado, al declarar al final $ 13.473.572, con poco más de $ 12 millones afuera.
En tercer lugar aparece otro vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero. Es el más acaudalado no sólo de este team económico: con un patrimonio de $ 361.131.021, más aún que su tocayo Gustavo Arribas (AFI), el amigo presidencial que suele ser considerado el más adinerado de la gestión macrista, con casi $ 282 millones. Entre 2017 y 2018, el funcionario del BCRA aumentó su fortuna un 43,7%. Afuera tiene $ 259.923.669 (el 72%).
El contraste hiriente llegó ayer, cuando el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) dio a conocer los números de la pobreza infantil: en los últimos 12 meses la indigencia infantil (menores de 14 años) subió del 7,8 al 11,3%, dentro de un universo de pobreza que se disparó del 38,2 al 49,6%.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la pobreza subió 11,4% en un año, lo que se traduce en 1.030.000 nuevos chicos pobres (de los cuales 315.000 son nuevos indigentes).
Con estos porcentajes, uno de cada 2 chicos menores de 14 años vive en hogares pobres, con un total de nada menos que 5.000.000 de chicos pobres, de los cuales casi un millón son indigentes.
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Con Macri, los ricos ganan 20 veces más que los pobres
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