El ecléctico universo macrista ya había mostrado a sus artistas e intelectuales. Ahora, saca a la luz a sus exponentes aún más insólitos: la panelista de espectáculos Connie Ansaldi anda peléandose en las redes sociales y defendiendo su decisión de gritar a los cuatro vientos que ella apoya al nuevo presidente electo.
La ex intrusa ya había sorprendido al otro día de la victoria amarilla con una columna en Infobae, en la que se animaba a incursionar por las tierras del análisis político. "La alegría no es una sensación", decidió titularla y en ella consideraba: "El gran ganador de la jornada es el espíritu de invencibilidad que se instaló en todos nosotros. Creo que ni siquiera en sus sueños más ambiciosos Mauricio Macri pensó conseguir todo lo que logró. Y creo también que mucho tiene que ver en esto la confianza y la felicidad que supo transmitir durante su campaña.
Mauricio Macri como presidente electo baila, llora. Invoca y recuerda a sus amigos, a sus padres, a su mujer, a sus hijos. Es humano. Es como vos o como yo.
Y así como hoy nace una nueva historia, es todo un desafío desinstalar conceptos arraigados por años.
Tratar de no volver a enojarnos. Porque estuvimos años indignados. Y ya no tenemos más ganas de estarlo. Hay mucha expectativa puesta en todo este grupo de nuevos gobernantes. Mucho corazón. Muchas ganas de que hagan aquello que prometieron. Porque ya demostramos que nosotros estamos cerca. Que podemos cambiar la historia y que siempre tenemos la última palabra. Hoy, la alegría no es una sensación. Ojala mañana tampoco.
¡Vamos Argentina, carajo!".
Parece que el repertorio de slogans propios de la "filosofía" promovida por Rozitchner Jr. no le fue suficiente. Acostumbrada al armado de escándalos mediáticos con fines de promoción, Ansaldi decidió pasar al frente del firmamento macrista en ciernes y tuitear: "Amo ser gorila y careta. Porque quiere decir que no soy ni falopera ni peronista. Dios me libre".
Las respuestas no se hicieron esperar, como ella prevía. Ahí nomás, decidió usufrutuar su flamante columna en Infobae y trascribir en ella lo que ya había volcado en su cuenta de Facebook: "Ayer, con un tuit similar a cientos de miles que he escrito a lo largo de estos últimos seis años, contesté por enésima vez agravios tales como: gorila, cipaya, falopera, careta, vendepatria, puta, etc. Pero la profecía escrita autocumplida no hizo más que incentivar la frustración de una porción de gente (bastante numerosa por cierto), que se ve obligada a enfrentar por primera vez en mucho tiempo su peor fantasma. ¿Y si lo que sigue no era tan malo? ¿Qué hago con mis convicciones?
Ayer, como tantas otras veces, estaba respondiendo irónicamente y utilizando sus propias palabras: careta y gorila, a una caterva de personas que a diario, se ocupan de insultar a gente que como yo, estamos esperanzados. Nada más que eso. Esperanzados. No tengo la menor idea si este gobierno va a hacer las cosas bien. Lo que si sé es que yo estoy poniendo lo mejor de mí para que así sea. Desde mi humilde lugar. Y que hay muchos que como yo, creen y esperan una Argentina que no se desmorone. Eso es ser patriota. Y no estar deseando, con toda la furia, que el otro fracase".
Luego de insultar a diestra y siniestra en su cuenta de Twitter, Connie recibió la solidaridad de Fabián Doman (otro que ha incursionado por el campo de los affairs mediáticos), que la entrevistó en radio El Mundo (Buenos Aires): "A mí me dicen falopera y en mi vida nunca me fumé ninguna sustancia que justifique que me hayan puesto ese calificativo. A mí tampoco me molesta mucho los insultos porque los bloqueo y listo. Está en cada uno cómo utiliza esta red social porque como la energía nuclear, puede servir para la medicina y curar enfermedades, pero también para hacer bombas".
A mi sustituta en el tiempo
Hace 9 minutos
1 comentarios:
La contrarrevolución en marcha. ¿Quién dijo que no era un golpe blando? Pero hoy comienza la resistencia. Resistencia cultural, política, social y económica. Resistir para que no nos quiten los derechos ganados. Resistir para seguir teniendo Patria.
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