Casi a la misma hora que los lectores de Clarín leían la columna del "exiliado" Lanata, los hermanos Lanatta (con doble t) se escapaban de la cárcel luego de haber colaborado con la operación política que le permitió al PRO llegar al poder de la provincia de Buenos Aires y la Nación.
Es entonces, cuando "la grieta" ya había comenzado a funcionar.
Se puede ver claramente su desempeño en un par de columnas de los que la alimentan y usan para su conveniencia (más, en este caso emblemático de devolución de favores).
Apresurado, ante el obvio escándalo y descrédito para su gobierno, Clarín salió a tratar de instalar: "¿Se trata de una falsa “fuga” para evitar que los condenados perjudiquen con un nuevo testimonio a Aníbal Fernández (y por escalafón político, a su ex jefa Cristina)?".
Hoy, el lanatismo residual refuerza esa coartada dando a entender que Martín Lanatta aportó muchos datos (en la concepción que el lanatismo tiene de ese concepto) que comprometerían a ex funcionarios K, y que lo hizo ante la Justicia. "El hasta ayer preso Lanatta debía declarar de nuevo frente a Servini de Cubría", resuelve su servicio Nico Wiñazki, sin sonrojarse, siendo uno de los partícipes necesarios de la opereta que la inverosímil fuga de ayer vino a denunciar aún ante los ojos de los fanáticos lanatianos.
Mientras, Patricia Bullrich hace malabares para poder seguir siendo ministra de Seguridad de la Nación.
18 días.
Aparición con vida
4 comentarios:
¿Seguro de que no estamos inmersos en una invención de Morel?
suerte que no hay mas grieta
suerte que no hay mas grieta
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