Fue una media hora de felicitaciones, celebraciones, complicidad, elogios hacia Macri, que desde el teléfono, les contaba que Kretina no lo había tratado bien y que no había valido la pena la reunión en Olivos (hoy el diario lo plasma en una casi graciosa tapa, que abajo, chiquito, esconde a Prat Gay, para que nadie se asuste -Sturzze no entró-).
Regocijándose con la caída del kirchenrismo, estaban en la casa de Los Leuco: el imitador de Macri en lo de Lanata (?), JJ Campanella (que desmintió que su tuit le haya hecho ganar la elección a Mauricio), Osvaldo Bazán (que denunció haber sido ninguneado por el kirchnerismo), el antikirchnerista rabioso Julio Bárbaro, el profesor de vóley y presidente global del Mundo Fernando Iglesias (que consiguió trabajo: Macri le dijo que se pusiera en contacto con uno de sus asesores para coordinar esfuerzos en temas internacionales), nuestra nueva estrella Federico Andahazi, el lilito pobre Toty Flores y El Sirviente (que se despertó de la siesta).
Uno tiene la impresión y el recuerdo que 678 nunca llegó al nivel de servilismo periodístico que mostraron anoche en el 876 de TN (objetivo e independiente, claro), pero se puede equivocar (en el caso de Majul, el error sería imposible según lo que viene tuiteando desde el triunfo amarillo).
Después de todo, como dijo el irascible Roa con Yoli Pagni el lunes, también en TN, el domingo el que ganó fue el "periodismo independiente".
Luego de los anuncios de ayer de la Dra. Pignata y las amenazas de deskirchnerizar el país ("exageración en la toponimia", le llamó jocosamente), más el levantamiento de 678, nos queda una duda: ¿cómo será la pluralidad de voces durante el macrismo con los medios públicos y privados en la misma sintonía?
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