miércoles, 4 de noviembre de 2015

El voluntarismo del PRO

Mientras anoche veía a Nelson Castro, en Los Leuco, quejarse de los que usan políticamente las enfermedades (sí, él. Miren), me crucé con este video que puso a prueba mi intención de ya no hacer bromas con Lilita y su troupe (sí, también ella se quejó de las campañas de miedo. Ella).
Pero no pude resistir la tentación y acá estoy...
Recurriendo a Alejandro Ippolito para lavar mi culpa: "Algo ha sucedido, así me lo han explicado, me han dicho algo preferible al aburrido silencio, me aseguran que al cerdo le han brotado plumas y que chiflando una curiosa melodía ha emprendido el vuelo. Y yo miro el cielo y me parece ver al chancho jugando con la nubes y se lo cuento a todos con profundo asombro, me escuchan y al instante miran a lo alto con el deseo creciente de ser los nuevos testigos del prodigio. Minutos después pedirán la cabeza de aquel que ha abierto la jaula del cerdo dejándolo escapar hacia el inalcanzable firmamento. 
No hace falta más, inútil será la confrontación científica, la imposibilidad biológica, las leyes naturales serán quebradas por la fuerza del rumor encendido.
He allí la fe del necio, su incondicional entrega hacia lo absurdo, su paso firme sobre arenas movedizas. Lo mueve su anhelo de encontrar en el afuera situaciones que lo distraigan de sus miserias personales, necesita de alguien para que sea peor que él, el necio busca aliviarse con el ungüento de su ignorancia, precisa de la mentira porque le resulta más dócil que la realidad evidente.
A la mentira puede sazonarla a su gusto, alimentarla y ver como se acrecienta frente a sus ojos. Luego marchará detrás de esa mentira, se calzará la toga de los justos, los incorruptibles, levantará la bandera de los hastiados y se pondrá la máscara que mejor le quede cada día hasta que termine por olvidar su verdadero rostro.
El necio descansa en paz con la cabeza apoyada en sus proezas, lo abriga su escandalosa hipocresía mientras el chancho, recién caído del cielo, duerme plácidamente a sus pies".
Mientras leía a Alejandro me acordé de Mauricio jugando con Antonia y los huevitos Kinder...
Y también me acordé del trabajo de Gabriel Vommaro. Serio y robusto.
Y me acordé que iba a ser respetuoso del espacio político que está cerca de colocar a Macri en el máximo cargo del país (de puros mal pensados, como dice Martín).
Y que es seguido por millones de personas.
Con sus legítimos sueños de cambio (una estudiante me contó: "Tengo 20 años. Sólo vi kirchnerismo").
Después de todo, la chica del video puede ser un caso aislado. O bien, sólo una persona que debe cumplir con una tarea burocrática y espera un comportamiento similar del otro lado.
Después de todo, Gaby tampoco es que tiene todo el tutorial de Jaime y Marquitos asimilado y masticado. ¡Y es la candidata a vice!
Lo mejor, para salir de esta situación apremiante, es que vean el video ustedes (¿o se van a resistir?).
Quizás sean mi soberbia y petulancia, nada más.

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