jueves, 26 de febrero de 2015

Hacia el #1M: Aurora Aguinis y El Profe Romero El Malo, militando por la derrota K

Ayer posteábamos la nueva de obra de Lila, pero luego de ella, el martes, en Canal 26, reapareció Aurora Aguinis, que consideró mucho más racional el vaticinio carriotista para el #1M que decir que hay sectores que quieren destituir al gobierno (probablemente porque crea que a él se lo incluiría en ese grupo).
El frustrado nucleador de la derecha argentina elogió, por supuesto, el #18F, al que consideró formado por gente "civilizada, de un buen nivel cultural, educada, que no fue convocada por choripanes y gaseosas, que no fue acarreada por camiones y ómnibus".
Es más, ayer, en La Nación, amplió su tesis clasista: "La Marcha del Silencio que tuvo lugar el 18 de febrero lo ha desmentido de forma categórica. Esa marcha reflejó a la otra porción de la sociedad. No hubo insultos, ni silbatinas, ni escraches, ni robos, ni destrucciones. Tampoco choripanes ni vehículos que acarrean el ganado humano que dicen defender. Ahí quedó pintado el 70% más valioso del país, que quiere una república de verdad, con paz, solidaridad y dignidad. Ahí se demostró que la Argentina aún posee recursos humanos dignos, pese a los microbios inyectados por el populismo durante tantas décadas".
El martes, su amigo El Profe Romero El Malo empezó, en La Nación también, a tratar de lavar la imagen de la Unión Democrática (tan cerca del corazón de este sector socio-cultural-ideológico). Ambos coinciden en que algo debe formarse si se quiere derrotar al kirchnerismo en octubre (haya más Nismans o no). "Hay que reconstruir todo lo roto o dañado en las últimas décadas. Hay una amplia zona de coincidencias, y una tarea inmensa, que sólo puede encarar un gobierno de convergencia", escribió Romero.
Por lo tanto, la derecha argentina ha bifurcado su tarea: por un lado, jugar con la idea del golpe de Estado (tan propia de su historia e ideario). Por otro, obligar a sus políticos a que se pegatinen aunque esté fresco el recuerdo social de la Alianza, su anterior Frankenstein. "No existe un golpe de Estado contra un gobierno que se va; si en 9 meses se van... Es absurdo. El único que puede hacer un golpe de Estado es el gobierno porque tiene mayoría absoluta en el Congreso", desnudó su concepción de democracia Aurora Aguinis, con Grondona enfrente.
El pico de cinismo llegó cuando el ex funcionario radical se animó, en frente de Grondona, que el #18F "fue una marcha de protesta como las de las Madres de Plaza de Mayo durante la época de la Dictadura".
Es tal el entusiasmo de la derecha argentina al creer fervientemente que el 10 de diciembre termina el actual modelo kirchnerista, es decir, que sí o sí va a ganar las elecciones alguien por fuera del PJ-FpV, que Aguinis se animó a prever ajustes y recortes para el nuevo gobierno: "Tenemos que pensar en el post kirchnerismo, y hay algunos elementos positivos. El próximo gobierno no tendrá mayoría en el Congreso. Saldremos del populismo que tiene 69 de vigencia en el país. Otro tema: el capital de argentinos que está afuera, que si el próximo régimen da garantías firmes de respetar la ley, la propiedad privada y los contratos, ese dinero venga al país, pero no podremos salvarnos de las palabras de Churchill: Sangre, sudor y lágrimas. Habrá que ajustarse el cinturón, tendrán que ver qué pasa con los subsidios, la cantidad de empleados públicos, cátedras abiertas a las que no van los alumnos...".
Más:
El Profe Romero El Malo, en Clarín Mendoza, también dice que el gobierno es el que está haciendo el golpe

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