Los hermanos Berro aseguraron que Ibrahim murió en combate en el Líbano el 9 de septiembre de 1994 y que así lo anunció Hezbollah, y que el cuerpo no apareció. En este punto se basó Nisman.
Hassan declaró que, mucho antes, Ibrahim quedó "malherido" al pasar junto a un auto que estalló. Caminaba mal y le costaba respirar pues "perdió la mitad de los pulmones".
Parece que Ibrahim Berro no figuraba en las listas del FBI porque Hassan dijo que en septiembre de 2005, once años después de su muerte, Estados Unidos le otorgó una visa para radicarse en ese país.
Por su parte, Assad Berro testimonió que Ibrahim "era discapacitado. Fue herido a los 15 o 16 años por un coche bomba en la guerra civil del Líbano. Tenía problemas en la espalda, pulmón y rodilla y caminaba como un cojo. Tenía muchas ganas de ir a Estados Unidos a trabajar. Por su baja educación no era capaz de planear ni realizar un ataque así".
Assad agregó el golpe de gracia: "Una semana o dos antes de morir" Ibrahim, en septiembre de 1994, "lo vio en su casa" del Líbano.
El comunicado difundido por los fiscales en su conferencia de prensa señala que "para la época del atentado" Hassan y Abbas Berro "ya no lo veían" a Ibrahim. No, Assad declaró que lo vio después del atentado.
El recorte de datos para promocionar avances fue una constante en la causa cuando estaba a cargo del juez Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.
Nisman se incorporó al equipo de Mullen y Barbaccia cuando estaba por empezar el juicio que tiró abajo la investigación de ambos fiscales y Galeano. La sentencia del Tribunal Oral N° 3 cuestionó varias veces a Nisman por efectuar "valoraciones parciales y arbitrarias de las pruebas" y habló de su "irregular proceder"".
Ayer, 9 años después, Urien Berri amplió esa caracterización de Nisman: "Cuando Antonio Horacio Stiuso vaya a declarar, podría dictarle al secretario de la fiscalía, si quisiera, la historia secreta de la Argentina de los últimos veinte años. Podría contar quién era, en realidad, el fiscal Alberto Nisman, y si era Nisman o él quien ejercía la conducción de la causa AMIA.
Tal vez hasta podría contar la verdadera historia del atentado a la mutual judía y explicar por qué, si los responsables que imputó Nisman son iraníes, se montó en la Argentina un descomunal encubrimiento horas después del estallido del 18 de julio de 1994, un encubrimiento por el que están acusados los primeros investigadores de la causa. También podría contar por qué las importantes pistas que, además de conducir a Teherán, conducen a Buenos Aires, se extirpaban del expediente principal para alojarlas en los centenares de legajos paralelos.
El hombre de los secretos será lo que queramos y lo que necesitemos que sea para no asumir que siempre supimos y toleramos que una porción de nuestra historia y de las sentencias judiciales -y más de una nota periodística- se escribían o dictaban en la ex SIDE".
2 comentarios:
jajaja, esa foto es favorecedora del minusculo hinchacoquitos meriyuan,
https://encrypted-tbn1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTstIvo9CAmjd3zMqBe_PQ8X4Xhjnh3x2puc0x7USLhMnNDawwC0A
cópiese esta y vea que a veces el tamaño dice mucho
7 de febrero de 2015, 16:38
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