Alguna de sus compañeras de cobertura militante de ayer repitió ya no en formato pregunta ese sentimiento que festejaban y que invitaban a compartir con sus audiencias, fieles creyentes de un hito más en la larga agonía del kirchnerismo que aborrecen, y convencidos de que esta vez no se les escapa. Sus medios así se lo cuentan cada día.
Hoy, ya más tranquilos, otra vez los habrá invadido la fea sensación que los interpela desde el 2008, cuando lo cuantitativo que ayer también fue sacralizado por sus medios impulsores se desvanece ante la falta de vehiculización dentro de un esquema mínimo de representación político-institucional, especialmente con vistas a las próximas elecciones.
Inconscientes de haber participado otra vez de una movida bien populista (varias demandas que se sintetizan en un significante vacío, diría Laclau. Esta vez, #YoSoyNisman -que hasta el experto en marchas, Eduardo Feinmann, se animó a enarbolar ayer ante las cámaras de C5N-), han sido definidos por el intelectual de TN y el FAUNEN, Alejandro Katz, desde el concepto de multitud, en La Nación, ayer.
Katz lo trae de Spinoza, nosotros lo haremos de Michael Hardt y Antonio Negri (2004), que retoman a Spinoza en su libro Multitud, como para tratar de narrar un hecho repetido: la queja de los que aborrecen a este gobierno, que se saben muchos, pero que también se saben con pocas chances electorales, como ya les sucedió en 2011, luego del levantamiento de las patronales agropecuarias, y con los pocos resultados a la vista posteriores al #8N del 2012, cuando aseguraron que habían reunido 1 millón de personas (hoy se animan, a partir de las cifras de Macri, a agitar que ayer fueron medio millón).
A tal punto que sus políticos, potencialmente representantes de sus demandas desfazadas en el tiempo, no pueden ni asomarse; a lo sumo sumarse atrás, bien atrás, como si no se animaran a hablarles. El silencio todavía los domina, con tal de no subdividirse ante el unificado enemigo K, el único capaz de alcanzar el 40% en primera vuelta frente al 20% de cada uno de los "partidos" que esta masa de gente trata de darse.
Dicen Hardt y Negri: "Conviene distinguir la multitud, en el plano conceptual, de otras nociones de sujetos sociales, como el pueblo, las masas (...). Tradicionalmente, el pueblo ha sido un concepto unitario. La población, evidentemente, se caracteriza por diferencias de todo tipo, pero «el pueblo» reduce esa diversidad a unidad y otorga a la población una identidad única. El pueblo es uno. La multitud, en cambio, es plural. La multitud se compone de innumerables diferencias internas que nunca podrán reducirse a una unidad, ni a una identidad única. Hay diferencias de cultura, de raza, de etnicidad, de género, de sexualidad, diferentes formas de trabajar, de vivir, de ver el mundo, y diferentes deseos. La multitud es una multiplicidad de tales diferencias singulares.
Las masas también son diferentes del pueblo, ya que no pueden ser reducidas a una unidad o a una identidad única. Es cierto que las masas están compuestas de tipos y especies de todas clases, pero, en realidad, no se puede afirmar que las masas estén compuestas de sujetos sociales diferentes. La esencia de las masas es la indiferenciación: todas las diferencias quedan sumergidas y ahogadas en las masas. Todos los colores de la población palidecen hasta confundirse en el gris. Estas masas pueden moverse al unísono, pero sólo porque forman un conglomerado indistinto, uniforme. En la multitud, por el contrario, las diferencias sociales siguen constituyendo diferencias. La multitud es multicolor como el manto mágico de José. El desafío que plantea el concepto de multitud consiste en que una multiplicidad social consiga comunicarse y actuar en común conservando sus diferencias internas".
Diferencias que se borronean en una manifestación multitudinaria como la de ayer, pero que entorpecen el nuevo sueño de alianzas o uniones de gran escala para subir en esos porcentajes aún bajos, a sólo medio año de las PASO y sin referentes que se animen a mirar a la cara de la multitud, sin caretas ni demagogia. Y con el coraje de expresar a viva voz algunos reclamos inconfesables, y otros peligrosamente cercanos a propuestas que rechazaron por venir del gobierno nacional.
0 comentarios:
Publicar un comentario