El Sirviente: "¿Cómo pudo un artista popular excepcional como León Gieco soportar
cantar en tan dramático contexto "que la muerte no me sea indiferente"
de su himno "Sólo le pido a Dios" sin la menor incomodidad?
¿Cómo no hubo ni un solo artista que se excusara de
actuar aquella triste noche en solidaridad con tantos argentinos que
estaban sufriendo todo tipo de ataques?".
Leuco Metralleta: "Muchos artistas que en su momento defendieron las libertades y
lucharon contra la impunidad, esta vez también miraron para otro lado. Es el final lamentable de un sectarismo que en varios casos fue
cooptado por el Estado con ideología o dinero. Fue muy explícito cuando
se obligaron al silencio cómplice ante el siniestro ferroviario de Once;
ahora lo confirman entrevistando y elogiando al muy cuestionado general
César Milani y despreciando a los muertos de este diciembre caótico e
inquietante. Es contradictorio con aquella verdad de que la memoria debe
funcionar siempre. Por los desaparecidos de hace 30 años y por los
muertos de hace 30 minutos. Solo le pido a Dios que la muerte no me sea
indiferente, debe ser una verdad bajo cualquier gobierno".
Laborda: "A Cristina Kirchner no le gusta que le arruinen las fiestas. Lo demostró
en la noche del martes pasado, durante el festejo de los treinta años
de democracia, cuando, después de que León Gieco repitiera su clásico
"sólo le pido a Dios que la muerte no me sea indiferente" y mientras la
angustia y la muerte sacudían a todo el país, la Presidenta salió a
tocar el tambor y bailar, en un indudable gesto de desubicación".
Ares: "Solo le pido a Dios que te haga saber que mientras vos cantabas y
celebrabas la democracia, había gente en ciudades y pueblos a los que
una garra que les recordó a la dictadura, les volvió a arañar la suerte,
la otra mejilla, los bienes, el mercadito, la esperanza y la ilusión.
Tal vez hubieras podido hacer un minuto de silencio, de duelo, antes de
cantar, y de llorar por ellos, ¿por qué no?. Algunas de tus canciones
dan eso, ganas de llorar.
Pero no. Tal vez no sabías, no viste la tele. Al final del día los
párpados seguramente se te cerraron como persianas con doble candado y
te fuiste a dormir. Es tan confortable amodorrarse así, ¿no?, querido,
políticamente correcto, arropado por el general Milani, por el compañero
Gerardo Martínez, el informante de la dictadura.
Todo bien. Felices sueños, León.. Sólo le pido a Dios que no te
asalte la pesadilla de la realidad. Y que no dejes de cantar la canción.
Me gusta esa parte en la que dice que si un traidor puede más que unos
cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente".
Pepito: "En el escenario, los contratados hacen su delivery. León Gieco, el que
pedía que la muerte no le sea indiferente, perpetra conscientemente su
derrape: con argentinos muertos en uno saqueos tenebrosos, él proclama
que esta vez sí es indiferente".
TWEETS POLÉMICOS
Hace 32 minutos
4 comentarios:
Y éso que no vió los comentarios indignadísimos por la festichola de la lilita, su hermanita barbuda lanata, doña rosa legrand y demás deudos, terrible indignación en especial por lo barato del ágape y lo contradictorio con la prédica del país que explota mañana; si hasta leuco quería ir con el FAL y las balas que le sobraron por no matar a menéndez, a poner orden con esos desubicados...
El problema es la gente como usted que ve las cosas sesgadas (es un ultra K) y no valora la profundidad de semejantes atalayas morales, incapaces de carroñear con muertos tan disfrutables...
Curiosas interpretaciones de la letra de Gieco, las ratas envidian al león!
Sería deseable que propongan claramente el sistema de convivencia que pretenden, con sus metralletas, con sus cámaras de insaguridad, con sus falsas informaciones que son peor que disparos en las sombras. Como dice en Islamia, Video de Calle 13 con Julian Assange: "una noticia mal contada es un asalto a mano armada"
Rabiosas plumas porque el tipo eligió su opción política. Diferente a la de ellos.
Ya hemos naturalizado que son periodistas opositores a este gobierno nacional.
Estos vómitos de odio son (entre muchos otros, claro) la confirmación de porqué había que estar en la plaza ese día... y no pedir que nos quedemos en casita culpándonos vaya uno a saber de cuáles culpas ajenas y de muy oportuno estallido programado.
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