Blanck (Clarín): "En coincidencia con los testimonios de Nicolás Ciccone y su yerno, Guillermo Reinwick, involucrando directamente a Amado Boudou y a su socio José María Núñez Carmona en las negociaciones extorsivas para apropiarse del 70% de la empresa Ciccone Calcográfica, hay por estos días un curioso juego de acertijos en el Gobierno y sus alrededores. Con espíritu deportivo, los participantes tratan de acertar en qué momento Amado Boudou perderá la protección de la Presidenta y empezará a tener la suerte judicial que se merece.
Un empresario con acceso a los niveles más altos de la administración, que hizo muy buenos negocios estos años, asegura que la desgracia política de Boudou sucederá antes que concluya este diciembre. Y sostiene que el vicepresidente terminará yéndose más temprano que tarde de su puesto.
Puede ser que el vicepresidente tema, con cierta razón, que esa
medicina amarga que ha visto probar a otros caídos en desgracia del
poder kirchnerista quizás le sea recetada algún día.
Claro
que si fuera de verdad un caballero, encontraría la forma de dejar de
ocasionarle costos políticos y disgustos a la Dama que tan generosamente
todavía lo mantiene a salvo".
Morales Solá (La Nación): "El eventual procesamiento del vicepresidente por hechos de corrupción
sería intolerable para la Presidenta y su gobierno. El peronismo no
quiere saber nada más con Boudou. La sociedad, tampoco. Es un lastre
electoral. ¿Qué espera Cristina para hacerse cargo de un error personal?
Hasta donde sabemos, Alejandra Gils Carbó expresa la
opinión de Cristina Kirchner. La jefa de los fiscales pidió el despido
del fiscal Guillermo Marijuan porque la investigaba a ella misma. El
Gobierno se lo rechazó, por ahora. Infatigable, Gils Carbó quiere
sancionar también a otro fiscal, José María Campagnoli, porque
supuestamente se excedió en la investigación del empresario kirchnerista
Lázaro Báez. En la página oficial de la oficina de Gils Carbó no existe
ninguna referencia a ningún caso de corrupción de funcionarios
oficiales. Gils Carbó no merece conservar su puesto, que los senadores
de la oposición se lo regalaron alegremente".
Van der Kooy (Clarín): "El cristinismo aparece tieso, además, por el escándalo que compromete a Amado Boudou. Dos testimonios de la semana pasada ante la Justicia dejaron al vicepresidente al filo del nocaut.
Ya no se lo acusa sólo de tráfico de influencias en la quiebra de Ciccone.
Habría pretendido robarse la empresa. Cristina hizo en su momento un estropicio en la Justicia para defenderlo. No podría mucho más. La que sigue actuando es la procuradora Alejandra Gils Carbó, que conmina a fiscales para que dejen de hurgar en la ruta clandestina del dinero K.
Tanto afán por la impunidad, al fin, podría estar acicateando muchas de las anómalas conductas sociales que ocurren".
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2 comentarios:
La defensa de Boudou no esta tratando de apurar el caso para limpiar el buen nombre y honor de su defendido. Sinó básicamente es pedir la nulidad de pruebas obtenidas en allanamientos, la nulidad de testimonios, y la recusación de fiscales y jueces. Es la defensa de un culpable que se enfrenta a un cúmulo de pruebas en su contra que no puede refutar.
Sí, los testimonios últimos ya le dejan poco margen. Y además, la política lo marginó cuando asumió la Presidencia.
Buscarán el "mejor" momento...
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