viernes, 3 de julio de 2020

"Todo remite a Macri, pero falta para llegar a él"

"Jorge “El Fino” Palacios no pudo ser testigo del rol estelar que tiene hoy la Policía porteña que formó en los años de Macri como jefe de Gobierno. Los testimonios de los espías que pasan por la Bicameral del Congreso en busca de salvar su pellejo aportan nuevos elementos y no dejan lugar a dudas: Gustavo Arribas, Silvia Majdalani y su cuñado Darío Biorci convirtieron a la AFI en una “empresa” liderada por policías, que desplazó a los civiles del espionaje criollo, afianzó el rol represivo de La Casa e hizo volar por los aires cualquier secreto. No lo hubieran podido lograr sin los servicios de Jorge Horacio “El Turco” Saez y Alan Ruiz, los dos policías de la Ciudad que comandaron –a partir de 2018– el proceso en el cual la SIDE amarilla se lanzó a una persecución descontrolada, como si el poder fuera eterno y el endeudamiento de Macri no fuera una bomba de tiempo.
Narcos, espías y miembros del servicio penitenciario dejaron pruebas por todos lados de su accionar criminal. Casi como si hubieran querido que su obra trasciendiera. El caso más resonante fue el explosivo que colocó Sergio “Verdura” Rodríguez en el domicilio de Vila, un profesional de inteligencia que reportaba a Enrique Nosiglia, se enfrentó feo con Majdalani y aparece hoy refugiado en el segundo plano, sin haberse presentado como querellante en la causa de Lomas.
Dueño de una nacionalidad brasileña que lo salva de la extradición, el broker Arribas también está en la lista de espera. Involucrado en la causa Odebrecht, el ex Señor Cinco no sólo estaba en la cima de una estructura que espiaba a quienes lo investigan, como el periodista Hugo Alconada Mon, sino que tenía al ex esposo de Analía Maiorana, Martin Terra, en tareas de seguimiento que incluían a Santilli.
En el séquito de Arribas, se destacaba el RR.PP Hernán Nisenbaum, a quien le atribuyen dos méritos indudables: la distinción de jugar al paddle en Los Abrojos con Macri y la llegada a las espadas mediáticas que traducían al circuito legal las escuchas ilegales.
Según lo que trascendió de los testimonios en la Bicameral, Majdalani les dijo a los espías que le había costado “muchísimo” lograr que Patricia Bullrich le entregara a Ruiz para la AFI y que no pensaba desplazarlo mientras estuviera en funciones, pese a los cortocircuitos que tuvo con alguno de sus socios. ¿A quién le servía espiar a los políticos del peronismo y el PRO?".
Más:

0 comentarios:

Publicar un comentario