Ayer, la ex esposa del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, presentó las conclusiones a las que arribó un equipo de peritos por ella contratado, encabezado por el tanatólogo Osvaldo Raffo, presentado como una eminencia que viene a dar vuelta la investigación de la fiscal Viviana Fein y satisfacer las demandas de sectores judiciales y mediáticos opositores al gobierno nacional que desde el primer momento rechazaron que se tratara de un suicidio y abonaron la teoría del crimen político, inculpando al gobierno nacional.
La pericia paga por la juez federal Arroyo Salgado se dio a conocer una semana después de que el juez Daniel Rafecas desestimara la denuncia de Nisman contra la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y después de que esos sectores judiciales y mediáticos intentaran resucitarla dando a conocer escuchas desechadas del caso y presionando al fiscal Gerardo Pollicita para que apelara el tajante fallo de Rafecas. Ahora será la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones la que decidirá si da lugar a la apelación de Pollicita.
Es en este marco que el trabajo pago de Raffo viene a reposicionar el caso de la muerte de Nisman en el lugar deseado por estos sectores de poder contrarios al gobierno nacional: el asesinato. O el magnicidio institucional, tal como sobredimensionan algunos de sus voceros.
Raffo, además de otros mediáticos casos (fue contratado por el viudo de María Martha Belsunce, por ejemplo), tuvo una participación decisiva en la causa por la investigación de la aún impune muerte de Nora Dalmasso en Río Cuarto, perpetrada en noviembre de 2006.
Contratado por el marido de Nora, Marcelo Macarrón, Raffo llegó a Río Cuarto a mediados de 2007 y dictaminó que la mujer había sido violada y aseguró haber detectado mordeduras en los pechos de la víctima que si hubiesen sido analizadas con precisión, se podría haber contado con el molde de la dentadura del asesino.
Raffo también detectó lesiones paragenitales, básicamente, moretones en los muslos que, según él, demostraban una cierta resistencia de la víctima que tuvo que ser sujetada con violencia por su agresor. Es decir, fue abusada sexualmente cuando estaba agonizando, por lo que el forense aseveró que Nora había sufrido un ataque sexual, y luego estrangulada.
El "peritaje" de Raffo volvió a dar base "científica" a la teoría del "perejil", que ya había sido rechazada por la sociedad riocuartense, que había salido masivamente a principios de 2007 en defensa del albañil Gastón Zárate, detenido e imputado sin pruebas. Y sirvió para sacar el foco de atención sobre el hijo de Macarrón, Facundo, el otro imputado, acusado de haber asesinado y violado a su propia madre.
El accionar de Raffo fue perseguir, como objetivo, derribar la autopsia realizada al cuerpo de Nora. La estrategia de Arroyo Salgado, asesorada por Raffo, también descalifica la autopsia al cuerpo de Nisman, esta vez por no haber participado de la misma como parte interesada en el caso.
En el caso Dalmasso, Raffo acusó que la escena del crimen no se resguardó como se debe. Idéntica posición esgrime Arroyo Salgado para descalificar la investigación de la fiscal Fein, con el objetivo de sacarle la causa y llevarla al fuero federal.
La muerte de Nora Dalmasso todavía continúa impune. Casi 10 años después.
viernes, 6 de marzo de 2015
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