Luis Costa (Ipsos Mora y Araujo): "La cena de recaudación de fondos del PRO es la continuación del Coloquio de IDEA por otros medios. Aunque parezca lo contrario, estos episodios juegan con fuego.
La sociedad argentina sigue manifestando que prefiere un país con mayor cantidad de empresas del Estado que privadas. Nuestra serie histórica de encuestas muestra que esto se ha mantenido constante desde fines de De la Rúa hasta nuestros días. Excepto las empresas de consumo masivo, servicios públicos como luz, gas y transporte o incluso las petroleras, deberían ser del Estado y no privadas. Una de las medidas más valoradas por la sociedad fue la estatización de las AFJP, y Anses se ha mostrado siempre como uno de los organismos mejor evaluados por la gente. Tampoco confían en los empresarios y consideran que el Estado debe controlarlas fuertemente, controlar a todos los que van a la cena del PRO.
Luego del impacto por la muerte de Nisman, Cristina Kirchner ha recuperado aprobación de gestión de manera muy veloz. En febrero estaba en 42% para, al mes siguiente, subir a 53%. La evaluación de la economía vuelve a subir luego de más de un año. En noviembre pasado estaba evaluada como positiva por el 19% de los argentinos, en febrero había subido a 29% y en este mes se encuentra ya en 36%.
Macri logró un crecimiento muy impresionante en intención de voto durante 2014, consiguiendo diluir su histórico límite de 15%. Sin embargo, su crecimiento coincidió con el año de peor evaluación de la economía del kirchnerismo, en especial por temas inflacionarios. Según nuestros números, su máximo fue 25% de intención de voto junto con la crisis de Nisman. Un candidato que represente una oposición plena a lo que Cristina Kirchner representa necesita un país en mal estado desde el punto de vista de la opinión pública. Los que asisten al Coloquio de IDEA o a la cena del PRO siempre piensan que el país está muy mal; los que no van al Coloquio de IDEA y no pueden pagar el cubierto de la cena piensan que el país vuelve a mejorar".
Sergio Berensztein (ex Poliarquía): "Tienden a predominar lecturas e interpretaciones demasiado simplistas, superficiales y erráticas de esta coyuntura tan especial. Situación que, por consiguiente, puede llevar a conclusiones precipitadas o, incluso, erróneas. No se trata de nada novedoso: hace seis meses ganaba Massa; en diciembre el presidente era Scioli (en primera vuelta) y ahora la perinola le toca a Macri. La calesita del poder gira y gira. El electorado tiene la sortija y no la va a soltar hasta entrada la primavera.
Algunos de los principales protagonistas de esta enmarañada elección caen en la tentación de proyectar los snapshots del momento y cantar victoria antes de tiempo. ¿Estrategia para seducir donantes? ¿Tácticas para mantener motivada y alineada a la tropa? Todo es posible. Incluso, que en el fondo se crean su propio relato. Cristina, decime qué se siente.
Así somos los votantes. Nos comportamos de forma bastante aleatoria, en función del paradigma de las 9 “c”: contradictorios, cambiantes, complejos, consentidos, celosos, condescendientes, corajudos (a veces), calentones, contingentes. Por eso, como inmortalizó el inefable Mostaza Merlo, mejor ir paso a paso. Porque en materia electoral, lo más seguro es quién sabe".
Javier Calvo: "Los radicales endulzaron el ya azucarado camino preelectoral que viene transitando Mauricio Macri. Antes le habían aportado una dosis importante de miel la indescifrable Elisa Carrió y el senador peronista Carlos Reutemann, a quienes se sumaron no pocos empresarios. El jefe PRO aglutina así un abanico variopinto que parece asegurarle el pase a la final, el ballottage. Pero igual debería andar con cuidado: con tanto dulce le puede dar hiperglucemia".
Jorge Fontevecchia: "Macri, quien después de haber logrado desplazar a Massa del ballottage y encolumnar tras su candidatura a la UCR, el más tradicional y respetado partido del país, puede correr el riesgo de creérsela. Creer que es él quien produjo esta corriente que amalgama diferentes intereses tras una esperanza y no percibir que es simplemente (lo que tampoco es poca cosa) el opositor más plausible para todos aquellos que desean escapar del kirchnerismo, como en 2013 fue Massa y en 2009 fue De Narváez.
De lo que Macri debe cuidarse es de convertirse en un kirchnerismo de derecha, en un facticismo donde desde Cristóbal López y Moyano, pasando por todos los poderes fácticos, terminen siendo instrumentos de sus estrategias, y creyendo que él mismo es un gran titiritero, termine enredado en la telaraña del cinismo.
Desde el kirchnerismo se pretende estigmatizar a Macri diciendo que se trata de un “menemismo del siglo XXI”, pero el PRO debería preocuparse también, y hasta más, por la crítica que le hace la izquierda de ser un “kirchnerismo de derecha”. La combinación menemismo y kirchnerismo es de terror".
Federico González (director de González Valladares Consultores): "Con el cambio de tendencia y los actuales números, muchos analistas estarán tentados de vaticinar una polarización. Pero quizás tal premura puede inducir a error. Al respecto, puede ser útil recurrir a otras metáforas de la sabiduría popular. La sentencia “no todo lo que reluce es oro” quizás resulte atinada para referir a la aparición de los primeros chisporroteos dentro de la alianza UCR-PRO. Adicionalmente, la figura de “la espuma de la cerveza” quizás resulte un símil adecuado para tener presente que, a veces, lo sustancial suele aparecer agrandado por el entusiasmo de lo novedoso".
lunes, 23 de marzo de 2015
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