Los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal: Freiler, Farah y Ballestero
Clarín sale hoy con los botines de punta ante la posibilidad de que la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones porteña ose votar igual que el juez Daniel Rafecas: desestimar la denuncia de Nisman contra CFK por inconsistente y carente de pruebas elementales.
"En Tribunales es insistente la versión de que los camaristas sepultarán la denuncia de Nisman, en una votación cerrada. Podría ser en el acuerdo de este mismo jueves. Farah sería el único que votaría a favor de mantener abierta la causa, mientras que Freiler y Ballestero se inclinarían por cerrarla", se lamenta la crónica, que recurre a una de sus espadas para consolarse: "Sería lamentable que la Cámara falle a favor de enterrar la denuncia de Nisman aunque es altamente probable que así suceda”, advirtió ayer la diputada macrista Laura Alonso. Y agregó: “El primer interesado en que se investigue la denuncia de Nisman debería ser el Gobierno. Pero han hecho todo para que aumenten las sospechas”".
Luego, la "crónica" se enreda al tratar de ubicarle a sus lectores esta Sala I en los clásicos casilleros "oficialista" - "independiente": "La Sala I es históricamente la más cercana al Gobierno. Se trata del mismo tribunal que declaró inconstitucional el pacto con Irán y que luego confirmó el procesamiento de Boudou en la causa Ciccone. Sin embargo, el esquema de fuerzas en Comodoro Py explotó en diciembre con la purga en la Secretaría de Inteligencia".
Y cierra con datos que relaciona libremente con este tema: "Esta semana, horas antes de la definición, se filtraron fotos privadas de Nisman que buscaban dañar su imagen. Además, Diego Lagomarsino reveló que le entregaba la mitad de su sueldo.".
Por su parte, Eduardo van der Kooy, rebalsado de verbos en potencial otra vez, ataca al juez que supuestamente todavía no tiene su voto decidido, según el relato del mismo interesado, es decir, Clarín: "Para la Cámara Federal que debe decidir sobre la imputación contra Cristina y Timerman, ningún fallo resultará indiferente. Ni en la Argentina ni, por lo que se ve, en el exterior. De allí el zarandeo de Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero. Los dos primeros tendrían posición tomada. Freiler en contra de la apelación de Pollicita y Farah a favor. La clave sería Ballestero. Ese juez habría sido frecuentado en los últimos días por un empresario hotelero, cercano a un presidenciable kirchnerista de Buenos Aires. También participó de una amena comida con jueces y fiscales –varios de ellos enfrentados con el Gobierno– que escucharon la exposición de un especialista sobre el fallo de Rafecas. Esa exposición habría sido lapidaria. Hubo un debate entre los presentes pero Ballestero, con criterio, no abrió su boca".
El viernes, Fernández Moores acudía al organizador del #18F, Germán Moldes, para apretar a Ballesteros: "El fiscal ante la Cámara le recordó a los miembros de la sala I (Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Eduardo Farah) que ellos ya fallaron hace relativamente poco de acuerdo con su pretensión en un caso similar al que ahora les toca.
Fue hace un año y medio, al revocar una decisión del juez Sebastián Casanello de desestimar una denuncia contra la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por el presunto nombramiento irregular de fiscales. Aquella vez quien apeló fue Guillermo Marijuán y la Cámara ordenó abrir una investigación luego de sostener Moldes el recurso de su colega de primera instancia.
"Idéntica situación y total coincidencia de actores me lleva a pensar que, salvo que alguno de nosotros haya variado diametralmente sus conceptos, la resolución que aquí recaerá no será muy distinta de aquella que se adoptó entonces", les recordó Moldes a los jueces de Cámara. Es que en este caso habría uno de ellos indeciso".
El miércoles, Van der Kooy había intentado por el lado de Farah: "La Sala I de la Cámara Federal rechazó la recusación contra el fiscal Germán Moldes, planteada por el diputado K Andrés Larroque y el espía Allan Bogado.
Aquellos magistrados conocen muy bien la tormenta que los circunda. A uno de ellos, Farah, proclive a aceptar la apelación de Pollicita, le habrían anticipado que sería trasladado de Sala. El problema central de la Cámara es que deberá apostar por su presente o su futuro. Su aval al fallo de Rafecas dejaría satisfecha a Cristina. Pero la Presidenta se retira en diciembre. En el medio, estaría la valoración de la opinión pública y la continuidad de los jueces a partir del 2015. En un Poder que, con seguridad, no será ajeno al posible cambio de los vientos políticos".
Finalmente, en aquella famosa columna del domingo pasado, en la que Van der Kooy utilizaba 47 verbos en potencial, el periodista de Clarín ya comenzaba con las presiones sobre Ballesteros: "Las posturas en esta instancia crucial asomarían divididas. Ya lo estuvieron otras veces. Freiler, por caso, votó a favor de recusar a Bonadio en la causa Hotesur. Farah se excusó de votar sobre el pacto con Irán. Freiler se inclinaría ahora por rechazar la apelación de Pollicita y enterrar la denuncia de Nisman. Farah, al parecer, sostendría lo contrario. La incógnita sería Ballestero. A este juez se lo advertiría hermético y ansioso".
Las presiones de Clarín se centran en Jorge Ballestero
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