viernes, 10 de junio de 2022

Vuelve la censura: del lenguaje inclusivo al caso Arcoiris

No es del mismo tenor que el anuncio electoralista del gobierno de Juntos por el Cambio en la ciudad de Buenos Aires, para tratar de contener su ala más fascista, al prohibir (¡siglo 21!) el lenguaje inclusivo en las escuelas.

Es de un calibre aun peor: una periodista que no puede informar sobre un hecho de la realidad por una incomprensible decisión judicial y además es amedrentada por las fuerzas de seguridad en su propia casa.

Al ocurrir en el interior del interior casi no ha tenido repercusión nacional, y por supuesto que no ha habido un escándalo nacional o acongojadas marchas en favor de la libertad de expresión. ¿Se imaginan si esto le hubiera pasado a cualquier periodista famoso que se desempeñe en algún medio de esa misma CABA?

Por orden de la jueza de Instrucción riojana María Eugenia Torres, la periodista Manuela Calvo vio el fin de semana cómo la policía se llevaba de su casa computadoras y demás dispositivos donde tenía datos sobre el caso Arcoiris, una niña de 6 años abusada sexualmente por su abuelo paterno.

"Estoy preocupada porque la policía empezó a hacer pericias sobre todos mis contenidos e información. Todavía no pude acceder al expediente. El día del periodista lo pasé así", se lamentó en diálogo con AM530 Somos Radio (Buenos Aires).

"A mí me denunciaron por el cortometraje que hice en febrero sobre abusos sexuales y que me lo censuraron. Ahí me prohibieron publicar cosas sobre el tema Arcoiris. Me acusan de haber manipulado a la niña con un video donde ella dice que no quiere ir con su papá porque yo la manipulo", detalló la periodista.

"Hay una habeas data sin resolución. Cuando empiezo a investigar sobre las revinculaciones forzadas, veo que es un problema estructural por la falta de perspectiva de género y de infancias que existe, es una situación gravísima y es una urgencia. Son muchas personas, unos 600 casos en toda la Argentina", agregó.

La abogada defensora de Calvo, Élida Barrera, había expresado días atrás que "es grave y alarmante lo que está sucediendo para todos los comunicadores. Ustedes dan a conocer situaciones que a veces nos ayudan a los abogados que estamos con casos difíciles a visibilizar las situaciones que está padeciendo la sociedad. El escenario es crítico. Esto es como si fuera una cacería de brujas, cuando uno quiere defender derechos graves, fundamentales, nos encontramos con una pared gigante donde todo el mundo se opone a los ejercicios de los derechos de defensa".

Más:

La niña Arcoiris, el caso de abuso infantil que enfrenta al Poder

1 comentarios:

jfc dijo...

no es necesario como dijeron algunes, remontarse al franquismo, en el '56 y en el '76 en nuestra Argentina, pasó que prohibieron nombrar a cosas y personas, y desaparecieron a quienes defendían el derecho a estar en desacuerdo con politicas excluyentes

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